Agapito Enrique Castro Teleria, nació el 30 de abril de 1960 en esta capital.
Estudió Medicina en la UASD, dónde laboró en la Facultad de Medicina por más 25 años y se jubiló, pero siguió trabajando en la modalidad de “contratado”.
En sus años de estudiantes fue dirigente del Frente Estudiantil Flavio Suero (Feflas), y militante del Partido Comunista del Trabajo (PCT).
Se destacó como delegado político del Frente Amplio en la Junta Municipal de Santo Domingo Este.
Agapito era una especie de orientador de los estudiantes de Medicina de la UASD, quienes los buscaban para la selección de materias y otros inconvenientes en esa Facultad.
De trato agradable y siempre sonriente, aunque extremadamente crítico al sistema, la propia UASD.
Tenía tres hijos, Luís, Marcos y Alexis.
Según amigos cercanos, Agapito vivía solo en la calle Rosa Duarte, de Los Mina.
Sus camaradas revelaron que Castro tenía muchas complicaciones de salud, entre estas cáncer, diabetes y afecciones cardíacas.
El cadáver del camarada Agapito Castro, estará expuesto desde las 9:00 de la mañana hasta las 12:00 del mediodía, de este martes 19 de mayo; en la Funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga del ensanche Ozama.
La expresidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), María Teresa Cabrera destacó las cualidades humanas y políticas Agapito.
Cabrera lamentó que, por la pandemia del coronavirus, no se le pueda hacer la despedida y acompañamiento a la familia de su viejo camarada y amigo.
Su amigo Carlos A Martínez Castro escribió en Facebook lo siguiente:
Ay Erundina Mercedes, los muchachos se han ido primero que usted: Primero El Gato (Ángel Méndez), después Henry Hernández, y hoy Agapito Castro.
Siempre creyeron que debían protegerme, como el hermano menor, en cualquier momento o lugar, estaban para acompañarme y pelear, no importa lo que fuese y como fuese. ¿ Y ahora, que Agapito decide irse definitivamente ?
¿ Quién era Agapito Castro además del padre amoroso de Luís, Marcos y Alexis ?
Un apoyador de las cosas de un viejo sindicalista revolucionario llamado Dionisio y del suscrito que lo hacía creer una gran cosa.
Su sello era ser profundamente humano, infinitamente solidario, y como me declaró en la postrimería, “Carlos, soy comunista total”.
….
Una noche de 1991/2, después de lustros sin vernos, en un apagón de éstos, en la acera frente a su casa y un calor sofocante, a metros de un famoso colmadón, creo le decían La Tablita, le tiré al cuello, vuelva a su agua, vuelva a su Partido (PCT) y así hasta el último aliento de vida.
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