BREAKING NEWS
latest

Primer Ministro de Canada envuelto en escándalo que le costaría el puesto

CANADA.-Justin Trudeau no es un político cualquiera. Desde 2015, cuando impulsó el triunfo del Partido Liberal en Canadá y pasó a ser el primer ministro de un país que suele pasar desapercibido, irrumpió como una de las figuras más llamativas de la política global. 

 Joven, atractivo, espontáneo e informal, se parece más a una celebridad que a un jefe de gobierno canadiense. Sus posturas liberales, como la defensa del derecho al aborto y de la despenalización del consumo de drogas, y sus habituales incursiones en la Marcha del Orgullo LGBTIQ, lo volvieron especialmente popular entre los jóvenes. 

 Auténtico o impostado, no hay dudas de que Trudeau es el alumno perfecto de los profesionales del marketing político. Pero la imagen que con tanta destreza construyó a lo largo de los años quedó inesperadamente manchada por un escándalo que explotó como una bomba en el centro de su gobierno. 

Jody Wilson-Raybould, la primera fiscal general de origen indígena en la historia de Canadá, fue desplazada del cargo el 14 de enero. En una extraña movida, Trudeau la puso al frente del Ministerio de Asuntos de Veteranos.

 Su renuncia el 12 de febrero destapó la crisis, que se mantenía oculta. La prensa canadiense reveló entonces que el motivo de su cambio de rol y de su posterior salida del gabinete fueron las presiones de Trudeau y de su círculo de confianza para que salve de ir a juicio a SNC-Lavalin, una de las mayores empresas constructoras del país. 

La firma tenía abierta una causa por sobornar a funcionarios de Muammar Gaddafi entre 2001 y 2011 para conseguir contratos en Libia. SNC-Lavalin propuso a la Fiscalía pagar una multa a cambio de evitar el proceso, que podría conllevar la prohibición de hacer obras para el Estado por una década. Trudeau quería aceptar el trato, pero Wilson-Raybould se negó. 

Tras la difusión del caso, la ex funcionaria fue citada a declarar el 27 de febrero ante el Parlamento por la oposición conservadora.

 "Durante cuatro meses, de septiembre a diciembre (de 2018), experimenté un intento consistente y sostenido por parte de muchas personas del gobierno para que interfiriera políticamente (…), en un esfuerzo inapropiado para asegurar un acuerdo de enjuiciamiento diferido para SNC-Lavalin", contó la ex ministra. 

 "El caso está recibiendo una atención significativa en Canadá. Pasó de ser un tema de conversación entre los comentaristas y las clases politizadas, a introducirse en la conciencia de los votantes regulares, que usualmente no prestan una atención cercana a la política", explicó R. Paul Wilson, profesor del Programa de Gestión Política de la Universidad Carleton, consultado por Infobae.

 "Estos hechos constituyen, por mucho, el mayor desafío para el gobierno liberal y para el primer ministro desde 2015". Andrew Scheer, líder del Partido Conservador, pidió la dimisión de Trudeau y la apertura de una comisión investigadora. 

La crisis se agravó este lunes, con la renuncia de Jane Philpott, ministra de Presupuesto. Aliada de Wilson-Raybould, dijo que ya no confiaba en el gobierno. A estas salidas se sumó la de Gerald Butts, mejor amigo y principal asesor de Trudeau, apuntado por ser uno de los que quisieron condicionar a la ex fiscal general. 

El primer ministro dio este jueves una conferencia de prensa en la que rechazó haber ejercido una "presión inapropiada", aunque reconoció errores que erosionaron la confianza en su gobierno. Y defendió su gestión para preservar puestos de trabajo, ya que SNC-Lavalin emplea a unas 9.000 personas en el país.

 "El testimonio de Wilson-Raybould fue especialmente potente porque es una mujer indígena —continuó Wilson—. 

Trudeau construyó buena parte de su marca personal como feminista y defensor de la diversidad, lo que demostró en su compromiso de formar un gabinete con equilibrio de género. Sin embargo, negó la caracterización de los hechos de Wilson-Raybould, insistiendo en que no la presionó, y dijo que si bien ella dio 'su verdad', hubo un simple desacuerdo en la interpretación de los eventos. 

Muchos sintieron que rechazar sus declaraciones de esa manera no era consistente con su discurso feminista". 

 El alcance de esta tormenta es aún imprevisible. Pero llegó en el peor momento, a escasos meses del comienzo de la campaña electoral para los comicios generales de octubre. Está claro que, si se prolonga y suma nuevos episodios, puede comprometer seriamente las chances de reelección de Trudeau.

(FUENTE: INFOBAE)

« PREV
NEXT »

No hay comentarios