WASHINGTON, Estados Unidos.- Pese al notable avance que han
logrado los países y la banca de América Latina en estándares relacionados con
la prevención de lavado de activos y financiamiento al terrorismo, las
autoridades norteamericanas persisten en mantener medidas inflexibles que
afectan, principalmente, los negocios con banca corresponsal y el desarrollo
financiero de la región.
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El licenciado José Manuel López Valdéz habla en actividad. |
Durante su discurso “Retos y soluciones para mitigar los
efectos del De-Risking en América Latina”, en el marco del XIV Diálogo Regional
de Política ASBA-BID-FELABAN, celebrado en Washington, Estados Unidos, López
Valdés, quien también preside la Asociación de Bancos Comerciales de la
República Dominicana (ABA), informó que ha avanzado notablemente el
cumplimientos de medidas antilavado en países de América Latina.
Indicó que los ese cumplimiento entre los bancos evaluados
oscila entre el 73% y el 90% de Recomendaciones Cumplidas y Mayormente
Cumplidas, frente a anteriores informes cuyos resultados fluctuaron entre el
24.4% y el 59% respectivamente.
En el caso de Estados Unidos, agregó que, en los últimos
diez años, este país ha presentado un deterioro en el cumplimiento de dichas
recomendaciones, las cuales pasaron de 31% a 23% las Cumplidas, y de un 57% a
un 53% las Mayormente Cumplidas.
Los datos corresponden un estudio efectuado recientemente
por Felaban referente a los últimos Informes de Evaluación Mutua realizados por
el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) o el Grupo de Acción
Financiera del Caribe (GAFIC) a los países latinoamericanos, se evidenció que
las naciones que conforman la región muestran un significativo grado de
cumplimiento técnico de las Recomendaciones del GAFI.
“Mientras se observa un cada vez mayor cumplimiento de las
Recomendaciones del GAFI desde el punto de vista técnico por parte de los
países latinoamericanos, el De-Risking continúa en la región, lo cual nos hace
ver que elementos tan importantes en la evaluación del riesgo de lavado de
activos y financiamiento al terrorismo, como las Evaluaciones Mutuas, no son
tenidos suficientemente en cuenta por la banca corresponsal y las autoridades
norteamericanas”, afirmó.
Al analizar los efectos del De-Risking, López Valdés citó, entre otros, que este fenómeno impacta
negativamente en los niveles de inclusión financiera, debilita el crecimiento
económico, afecta actividades legítimas y a sectores de la población generando
informalidad; afecta el flujo y el costo de las remesas a América Latina y promueve la utilización de
agentes o canales no regulados, exponiendo a los países a un mayor riesgo de lavado de activos y
financiación del terrorismo, que es precisamente lo que se busca evitar.
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