Al cierre de 2025, la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) compartió los principales datos de gestión del año, resaltando el aporte del sector industrial al dinamismo económico, así como las acciones desarrolladas en coordinación con las autoridades y otros actores del sistema productivo.
De cara a 2026, la AIRD mantiene una agenda institucional orientada a la continuidad del diálogo regulatorio, la consolidación de los avances alcanzados durante 2025 y el fortalecimiento de la formalidad, la productividad y la competitividad del sector industrial.
Por su parte, los socios de AIRD asumen el compromiso de mantener las inversiones en el país durante el nuevo año y de fomentar la generación de empleos de calidad en el sector industrial. De igual manera, continuarán enfocados en apoyar de manera firme la iniciativa META 2036 como ejemplo evidente de su confianza en las alianzas público-privadas en el país.
Durante el año 2025, el sector industrial mantuvo un desempeño sostenido, contribuyendo de manera significativa a la generación de empleos formales, al fortalecimiento de los encadenamientos productivos y al dinamismo del mercado interno, consolidándose como uno de los pilares de la actividad económica nacional.
Como indicador del comportamiento de la actividad manufacturera, el Índice Mensual de Actividad Manufacturera (IMAM) registró en noviembre 59.42 puntos, ubicándose de manera consistente por encima del umbral de 50 que indica expansión del sector. Este resultado refleja una evolución favorable en variables clave como producción, ventas y empleo durante el cierre del año.
Competencia leal y fortalecimiento institucional
Durante 2025, la AIRD sostuvo una posición firme en defensa de la competencia leal y la producción nacional, promoviendo el respeto a las reglas de juego y el uso legítimo de los mecanismos institucionales disponibles para la protección del mercado formal.
En este contexto, el gremio valoró positivamente las acciones lideradas por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), en coordinación con otras instituciones del Estado y el sector productivo, orientadas a prevenir, perseguir y sancionar el comercio ilícito, una práctica que distorsiona el mercado y afecta directamente a la industria formal.
De acuerdo con informaciones oficiales, en los últimos cuatro años el país ha logrado el decomiso de más de 160 millones de unidades de productos ilegales, principalmente vinculados a sectores industriales como bebidas alcohólicas, cigarrillos, medicamentos y otros bienes de consumo, así como la obtención de 50 sentencias condenatorias en procesos asociados a estas prácticas.
Estas acciones han contribuido, además, a que la República Dominicana acumule más de cuatro años consecutivos sin víctimas asociadas al consumo de alcohol adulterado, reflejo del fortalecimiento de los mecanismos de control, fiscalización y trazabilidad en mercados sensibles para la industria nacional.
La AIRD destacó igualmente la implementación de herramientas tecnológicas de control fiscal y trazabilidad, aplicadas a productos regulados como bebidas alcohólicas y cigarrillos, que permiten identificar cada unidad desde su origen hasta su comercialización final, fortaleciendo la formalidad, las recaudaciones y la protección del consumidor.
Como resultado de estos esfuerzos, el país ha mejorado su posicionamiento internacional en esta materia, ubicándose en el puesto 50 de 158 países en el Índice de Comercio Ilícito 2025, superando a economías de mayor tamaño en la región y reafirmando la efectividad del modelo de coordinación público–privada adoptado.
Defensa de la producción nacional dentro del marco legal
En materia de defensa comercial, la AIRD reiteró su respaldo a las empresas que hacen uso de los instrumentos previstos en la legislación nacional y en los acuerdos internacionales para la protección de la producción local, subrayando la importancia de que estos procesos se desarrollen conforme al debido proceso y bajo criterios técnicos.
El gremio reafirmó su confianza en la institucionalidad del país y en el rol de instancias como la Comisión de Defensa Comercial (CDC), destacando que estos mecanismos garantizan decisiones objetivas y transparentes, en favor de una competencia leal y predecible.
Elementos estructurales de competitividad
Durante el año, la AIRD mantuvo una participación activa en los espacios de diálogo vinculados a los principales elementos que inciden en la competitividad industrial. Entre ellos, las discusiones relativas a la actualización del marco legal laboral, abordado desde una perspectiva orientada a la formalidad y la productividad, así como el costo y la estabilidad del servicio eléctrico, variables determinantes en la estructura de costos del sector.
En materia de etiquetado, el gremio sostuvo que el fortalecimiento del cumplimiento de la normativa vigente constituye la base para cualquier discusión regulatoria sobre el tema, enfatizando la necesidad de que las reglas se apliquen en igualdad de condiciones tanto a productos nacionales como importados, a fin de evitar distorsiones en el mercado y proteger adecuadamente al consumidor.
Encadenamientos productivos y mercado interno
Durante 2025, la AIRD continuó promoviendo el fortalecimiento de los encadenamientos productivos entre la industria local, el sector turismo y las zonas francas, como un mecanismo para ampliar la participación de la producción nacional en distintos mercados y generar mayor valor agregado.
Asimismo, el gremio destacó el rol de las compras públicas, dentro del marco legal vigente, como una herramienta para dinamizar la producción nacional y fortalecer el mercado interno, contribuyendo a una mayor articulación del aparato productivo.
Gestión de residuos y sostenibilidad
La gestión responsable de residuos y la economía circular formaron parte central del trabajo desarrollado por la AIRD durante 2025.
A lo largo del año, el gremio impulsó iniciativas orientadas a la implementación efectiva de la Ley 225-20 sobre Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos y participó activamente en foros nacionales e internacionales sobre economía circular, incluyendo espacios de intercambio técnico donde se analizaron los desafíos de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y las mejores prácticas para su aplicación en el sector industrial. Asimismo, compartió públicamente sus recomendaciones durante el proceso de modificación de dicho marco legal, que derivó en la entrada en vigencia de la ley 98-25 y sobre la cual aún quedan varios aspectos de carácter técnico pendientes.
De igual manera, la AIRD fortaleció su trabajo conjunto con Nueva Vida para los Residuos (NUVI) y otras entidades, promoviendo programas de formación, talleres y acompañamiento técnico dirigidos a preparar a las empresas para una transición ordenada hacia modelos de producción más sostenibles.


No hay comentarios
Publicar un comentario