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Frank Caprio, famoso juez conocido por mostrar misericordia, muere a los 88 años

PROVIDENCE, Rhode island.-Frank Caprio, quien se desempeñó como juez del tribunal municipal de Providence, Rhode Island (Estados Unidos), durante casi 40 años y llegó a ser conocido como “el juez más amable” del país, falleció el 20 de agosto a causa de un cáncer de páncreas.


 “Amado por su compasión, humildad y creencia inquebrantable en la bondad de las personas, el juez Caprio tocó la vida de millones a través de su trabajo en la sala del tribunal y más allá. Su calidez, humor y amabilidad dejaron una marca imborrable en todos los que lo conocieron”, se lee en un comunicado publicado en su página oficial de Facebook. 

El gobernador de Rhode Island, Dan McKee, ordenó que las banderas en el estado ondearan a media asta en todas las agencias y edificios estatales hasta el día del entierro de Caprio, y también pidió a los residentes de Rhode Island que bajaran sus banderas en señal de respeto. 

 Caprio alcanzó fama mundial por un estilo judicial indulgente que combinaba justicia, extrema empatía y misericordia cuando su sala de audiencias fue televisada en un programa llamado “Caught in Providence” (Atrapado en Providence). El programa comenzó en 1999 y se volvió viral en 2017, acumulando cientos de millones de vistas desde entonces. 

El show fue nominado a un premio Daytime Emmy en 2021 y tiene un canal de YouTube con casi 3 millones de suscriptores. Al dictar sentencias por infracciones menores como multas de estacionamiento y exceso de velocidad, dijo Caprio a Colm Flynn, corresponsal de EWTN News en “EWTN News In Depth” en febrero, siempre tenía presente algo que su padre, un inmigrante italiano trabajador con educación hasta quinto grado, le había inculcado: “Lo que para algunos puede parecer una multa pequeña, para muchos era algo que no podían pagar”.

 “Por eso siempre preguntaba: ‘Cuénteme un poco sobre lo que está pasando en su vida’”, dijo Caprio. Una de las iglesias más esperadas en Colombia fue consagrada a San Juan Eudes “Su caso queda desestimado” se convirtió en la frase característica de Caprio. 

 Cuando otros jueces le preguntaban por qué era tan indulgente, él respondía: “Simplemente me ponía en los zapatos de la persona que tenía delante”. 

 Caprio desestimó el caso de un hombre de 96 años, Víctor, que tenía una multa de velocidad impaga, la primera en su vida, que recibió mientras llevaba a su hijo con discapacidad a una cita médica. Cuatro años después, Caprio celebró con él su cumpleaños número 100. 

 “Vi a mi padre y aprendí cómo tratar a las personas con respeto y dignidad”, dijo Caprio. 

 Vida temprana y educación

 Caprio nació en 1936 en Providence, Rhode Island, siendo el segundo de tres hijos de inmigrantes italianos, Antonio Caprio y Filomena Caprio, quienes emigraron desde Nápoles. 

 Asistió a las escuelas públicas de Providence, ganó un título estatal en lucha libre cuando asistía a Central High School, y luego se graduó de Providence College en 1958. 

Mientras enseñaba gobierno estadounidense en Hope High School, cursó la carrera de derecho en Suffolk University School of Law, asistiendo a clases nocturnas y aprobando el examen de abogacía en 1965. Se convirtió en juez en 1985 y sirvió hasta su retiro en 2023. 

 Caprio contó que su padre, vendedor de frutas y lechero, solía despertarlo a él y a sus hermanos a las 4:00 a.m. para acompañarlo en sus rondas de entrega de leche.

 “Tuve la infancia más privilegiada que puedas imaginar”, dijo Caprio a Flynn. “Tuve el privilegio de crecer siendo pobre”. Describió que vivían en un “departamento con agua fría”, un apartamento que no tenía agua caliente. 

 El padre de Caprio les decía a sus hijos que si “no querían quedarse en ese carrito de leche por el resto de sus vidas, mejor se mantuvieran en la escuela”. 

 Caprio recordó que un día, cuando tenía alrededor de 12 años, su padre le puso la mano en el hombro y le dijo: “Algún día serás abogado, y no podrás cobrarle a los pobres como nosotros”.

 Su padre les mostró a sus hijos cómo ser compasivos incluso siendo un lechero pobre, negándose a dejar de entregar leche cuando los clientes no podían pagar. 

 El padre de Caprio siguió siendo una presencia poderosa en su vida incluso después de que se convirtió en juez. 

A Caprio le sobrevive su esposa, Joyce, con quien tuvo cinco hijos: Frank T. Caprio, David Caprio, Marissa Pesce, John Caprio y Paul Caprio. La pareja tuvo siete nietos y dos bisnietos. 

 Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.

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