El almirante retirado de la Armada de la República Dominicana, Sigfrido Pared Pérez, afirmó este martes que la situación migratoria en el país es preocupante y aseguró que la principal amenaza para la República Dominicana proviene de Haití, debido al colapso institucional y social que enfrenta esa nación vecina.
“La primera amenaza de República Dominicana, por encima de todas, es Haití, por el hecho de que tenemos 11 millones de habitantes mal contados, de los cuales el 70 % no tiene documentación en su propia nación. Ningún país del mundo, por liberal o promotor de la migración que sea, acepta nacionales indocumentados”, expresó Pared Pérez.
Durante una entrevista en el programa Matutino Su Mundo, Pared explicó que esta situación representa una seria preocupación para la seguridad dominicana, considerando que Haití es el país más pobre del hemisferio y sufre un deterioro progresivo desde su independencia. Afirmó que cualquier país de América Latina que tenga a Haití como vecino enfrenta una crisis inmediata.
Respecto a las bandas armadas haitianas, aseguró que no representan una amenaza real para la República Dominicana, siempre que no crucen la frontera.
“Las pandillas no son una amenaza para República Dominicana, porque están en Haití. Si cruzan la frontera dejarían de ser pandillas y serían hombres muertos, porque eso sería un acto de debilidad. No hay razón para temer esa situación”, sostuvo.
En cuanto a la presencia musulmana, indicó que no constituye una preocupación directa, pero sugirió vigilar posibles infiltraciones que puedan causar conflictos internos.
Encuentro entre exmandatarios
Asimismo, Pérez valoró como positivo el reciente encuentro entre el presidente Luis Abinader y los expresidentes dominicanos para abordar la crisis haitiana. Dijo que estos diálogos permiten trazar puntos de convergencia desde la experiencia de quienes han estado al frente del Estado.
“Salir de esta situación es imposible; estamos condenados o bienaventurados a vivir en una isla junto a Haití”, declaró, señalando que la situación de Haití históricamente ha sido un accidente geopolítico que afecta la estabilidad dominicana.
Pared subrayó que, aunque se han hecho esfuerzos para que la comunidad internacional intervenga, es la República Dominicana la que debe tener planes concretos para contrarrestar cualquier amenaza desde Haití.
“Nosotros no podemos hacer nada del lado de allá, pero del lado de acá tenemos que hacer todo lo posible para evitar ser afectados”, afirmó.
El exministro de Defensa también recomendó fortalecer las fuerzas de tareas interagenciales que se establecieron durante el gobierno del expresidente Danilo Medina, las cuales integraban diversas entidades responsables del control fronterizo, como Migración, Sanidad Vegetal y Animal, el DNI y el J2. Dijo que no ha visto un refuerzo a esta estrategia en los últimos cinco años.
Asimismo, propuso continuar con la reconstrucción de la carretera internacional y activar el Plan Frontera, destacando que la primera línea de defensa es la población fronteriza, por lo cual se deben crear plataformas de desarrollo que motiven a los ciudadanos a permanecer en esas comunidades.
En ese sentido, sugirió implementar tecnología bajo supervisión militar para reforzar el control en la frontera, mediante empresas especializadas que solo proveen equipos y entrenen al personal, sin asumir la responsabilidad operativa.
Corrupción entre militares
Pared reconoció que existen casos de corrupción entre militares en la frontera, pero enfatizó que se trata de una minoría.
“Si hay 100 guardias y dos cometen fechorías, la gente entiende que son todos. Pero el 98 % de los militares en la frontera son honestos, y por eso se apresan a los que están envueltos en delitos. No hay permisividad”, aseguró.
También lamentó que algunos gobiernos descarten políticas anteriores solo por provenir de otra administración. A modo de ejemplo, recordó que en 2018 se implementó un sistema en el que cada soldado en la frontera llevaba una cámara en su uniforme, monitoreada por el J2, pero que fue descontinuado por el nuevo gobierno.
“Todos los gobiernos cuando llegan creen que los anteriores eran malos. Lo importante es continuar lo que está bien y eliminar lo que está mal”, reflexionó.
Elogió el desempeño del actual director de Migración, el vicealmirante Luis Lee Ballester, calificándolo como un funcionario honesto y comprometido con su trabajo.
Pérez afirmó que la situación de Haití no solo representa una amenaza directa para la República Dominicana, sino también una preocupación constante para los Estados Unidos y todo el hemisferio occidental.
Ademas aseguró, que aunque no se percibe una presión sostenida por parte de la comunidad internacional, muchas veces se espera que sea la República Dominicana quien asuma una mayor carga con relación a la crisis haitiana, destacando que el antiguo decreto realizado por el exmandatario danilo medina sobre prohibir la deportación haitiana, no fue violentado como tal.
“Hay que entender en qué situación y en qué contexto se hizo. Recuerda que hay momentos de crisis en los que un presidente puede emitir un decreto para tratar de amainar un poco la presión migratoria”, explicó Pared Pérez.
Asimismo, enfatizó que las agencias diplomáticas dominicanas no han hecho una labor eficiente en comunicar a la comunidad internacional la gravedad de la problemática migratoria que enfrenta el país y el impacto directo que esta tiene sobre la estabilidad y seguridad nacional.
Se refirió a la reciente visita de la ministra Faride Raful a El Salvador, donde conoció de cerca el modelo penitenciario implementado por el presidente Nayib Bukele. Pared consideró positivo el interés en conocer experiencias internacionales, aunque advirtió que cada país tiene realidades diferentes.
“Cada realidad penitenciaria es diferente. En República Dominicana no existe un grupo que genere tanta preocupación como en otros países, pero sí debemos provocar un cambio en el sistema carcelario que se ajuste a la realidad de los temas actuales”, expresó.
El exjefe de inteligencia nacional lamentó que desde las cárceles dominicanas continúan cometiendo delitos y enfatizó en la urgencia de fortalecer el sistema penitenciario.
“Tenemos que garantizar que los centros penitenciarios no sean centros de operaciones delictivas. Todo país, por pequeño o grande que sea, tiene algo que aportar para enfrentar estos desafíos”.
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