El viernes, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió el centro de Myanmar, causando daños materiales en la capital administrativa, Naypyidaw, y generando temblores que se sintieron ampliamente en Tailandia y el sur de China, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El epicentro se localizó al noroeste de la ciudad de Sagaing y a poca profundidad, lo que intensificó su efecto en la superficie. El movimiento ocurrió en horas de la tarde y fue seguido, pocos minutos después, por una réplica de magnitud 6,4 en la misma zona, lo que elevó la alerta en toda la región.
El sismo dejó al menos 1.002 muertos y 2.376 heridos, de acuerdo con el balance oficial más reciente. La cifra de víctimas continúa en aumento mientras las autoridades locales de ambos países y equipos de rescate acceden a las áreas más remotas afectadas por el desastre.
La escasez de maquinaria pesada dificulta la búsqueda de sobrevivientes en Myanmar Los sobrevivientes del terremoto que sacudió Myanmar el viernes han estado caminando por el suelo con sus propias manos para intentar rescatar a aquellos que aún están atrapados bajo los escombros, obstaculizados por la escasez de maquinaria pesada.
Myanmar no está bien equipado para afrontar las consecuencias de este tipo de desastres naturales: el país está sumido en una sangrienta guerra civil desde 2021 que ha diezmado la infraestructura y desplazado internamente a millones de ciudadanos.
“Hay demasiados escombros y ningún equipo de rescate ha venido a buscarnos”, dijo a Reuters Htet Min Oo, de 25 años, sobreviviente del terremoto, en Mandalay, una de las ciudades más afectadas. Describió cómo algunos de sus familiares permanecen atrapados bajo un edificio derrumbado, a pesar de sus esfuerzos por sacarlos con las manos.
El terremoto de 7,7 que sacudió el viernes el centro-norte de Myanmar, causando más de 1.000 muertos, según el último recuento, ha impactado en zonas con fuertes enfrentamientos entre guerrillas étnicas y prodemocráticas y el Ejército, que sumió al país en la semianarquía tras el golpe de 2021.
El temblor se registró este viernes a las 12:50 hora local (6:20 GMT) en la región de Sagaing, a 10 kilómetros de profundidad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), y con el epicentro entre las ciudades de Sagaing y Mandalay (a unos 17 kilómetros de ambas).
La región de Sagaing es uno de los feudos rebeldes más importantes, con guerrillas de minorías étnicas y las fuerzas populares de defensa (PDF, siglas en inglés), formadas sobre todo por jóvenes civiles tras la asonada, ganando territorio a los militares en los últimos años.
El Ejército ha declarado el estado de emergencia en seis zonas: Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó (donde está la capital homónima) y Bago, con diferentes guerrillas y las PDF activas en muchas áreas, sobre todo en las zonas rurales, con menos presencia en las grandes urbes.
Después de una visita del jefe de la junta, Min Aung Hlaing, este sábado a Mandalay, la segunda ciudad más poblada del país, el régimen castrense informó de un total de 1.002 muertos, 2.376 heridos y 30 desaparecidos, según los primeros recuentos.
La misma junta advirtió que es probable que las cifras aumenten, mientras el Movimiento de Desobediencia Civil, surgido tras un golpe que puso fin a una década de transición democrática y abocó al país al ostracismo internacional, alerta del aislamiento de zonas rebeldes en su cuenta de X. “Sagaing está muy afectada, pero la gente allí no tiene acceso a internet.
La junta cortó el acceso a internet en muchos lugares de Sagaing y la región de Mandalay, donde la resistencia es fuerte”, dijo.
“La situación en Mandalay es muy dura. No sabemos exactamente la cifra de fallecidos, pero Mandalay acoge a muchos desplazados internos de otras regiones. Hay muchos afectados”, añadió.
Los servicios de rescate tailandeses estiman que al menos hay 15 supervivientes entre los escombros del rascacielos que se derrumbió este viernes en Bangkok como consecuencia del terremoto ocurrido en la vecina Myanmar, en medio de confusión sobre las cifras exactas de atrapados en un siniestro que ha dejado ya ocho fallecidos confirmados.
El Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres (DDPM) informó que sus equipos de rescate están trabajando contrarreloj para superar la crítica ventana de supervivencia de tres días y llegar a los atrapados bajo el colapsado rascacielos del barrio de Chatuchak.
La última cifra confirmada de desaparecidos es de 47, la inmensa mayoría empleados que trabajaban en la construcción del edificio.
“Los equipos de rescate están intentando llevarles comida y agua. La dificultad radica en que algunos están atrapados a unos tres metros de profundidad. Tenemos unas 72 horas para ayudarlos, ya que ese es el tiempo aproximado que una persona puede sobrevivir sin agua ni comida”, explicó Suriyan Rawiwan, director del Departamento de Bomberos y Rescate de Bangkok.
(FUENTE: INFOBAE)
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