Por Ana María Díaz, Representante Residente del PNUD
y Maike Friedrichsen, Embajadora de Alemania en RD
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En este momento decisivo para la humanidad, marcado por crisis interconectadas y la aceleración de cambios globales, la Conferencia de Sostenibilidad de Hamburgo organizada recientemente por el Gobierno de Alemania, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Fundación Michael Otto y la Ciudad Libre y Hanseática de Hamburgo, fue una oportunidad crucial para repensar la manera en que colaboramos y avanzamos hacia un futuro más justo, equitativo y sostenible.
La Conferencia nos recordó que la sostenibilidad no solo es una meta que debemos alcanzar, sino un proceso continuo que requiere el esfuerzo colectivo de gobiernos, comunidades, empresas y ciudadanía. Ahora más que nunca, vemos la importancia de la cooperación internacional y multisectorial para enfrentar los desafíos globales más apremiantes: el cambio climático, la pobreza, la pérdida de biodiversidad y la creciente desigualdad.
Uno de los elementos clave que surgió de la Conferencia fue la necesidad de una arquitectura financiera internacional que esté a la altura de los desafíos del siglo XXI. Los países en desarrollo, como la República Dominicana, requieren inversiones significativas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El mundo necesita hasta 3.9 billones de dólares anuales para abordar la crisis climática global. La brecha de financiamiento actual solo puede cerrarse mediante un esfuerzo coordinado y transformador, donde tanto el sector público como el privado, nacional e internacional, jueguen un papel activo en la creación de un futuro sostenible.
La crisis climática no conoce fronteras, y su impacto desproporcionado sobre las comunidades más vulnerables, tanto en Europa como en el Caribe, es un recordatorio de nuestra interdependencia. A medida que las temperaturas globales alcanzan máximos históricos y el verano de 2024 se consolida como el más cálido registrado a la fecha, debemos actuar con mayor urgencia y determinación.
En este contexto, el Pacto por el Futuro, acordado en la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas, revitalizó el impulso por una cooperación multilateral orientada hacia el futuro. Este acuerdo puso relieve la necesidad de soluciones globales que prioricen no solo a las generaciones actuales, sino también a las futuras.
Alemania, República Dominicana y el PNUD, a través de sus sólidas relaciones, han demostrado precisamente que la cooperación multilateral es fundamental para generar soluciones sostenibles, que puedan ser apropiadas y fomentadas por los gobiernos. República Dominicana, y otros países de la región del Caribe, han implementado proyectos innovadores que abordan tanto la crisis climática como los desafíos de desarrollo para actuales y futuras generaciones, con el apoyo del PNUD y del Gobierno de Alemania.
Por ejemplo, en República Dominicana, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, y el Consejo Nacional para el Cambio Climático implementaron el proyecto “Adaptation Pipeline Accelerator”, con el apoyo del PNUD y el financiamiento de Alemania, a través de la iniciativa Climate Promise. Este esfuerzo multidimensional permitió preparar unas de las zonas más vulnerables del país al cambio climático, capacitar funcionarios públicos sobre la adaptación al cambio climático, y diseñar una hoja de ruta de salud y cambio climático con el Ministerio de la Salud Pública.
Equidad Intergeneracional: un pilar del desarrollo sostenible
Uno de los conceptos más importantes discutidos en la Conferencia de Sostenibilidad es la equidad intergeneracional. Las decisiones que tomemos hoy afectarán directamente a las generaciones futuras. El Signals Spotlight 2024, una publicación reciente del PNUD, identifica señales de cambio global que podrían fomentar una mayor equidad y justicia entre generaciones, permitiendo a las generaciones futuras enfrentar sus propios desafíos con mayor resiliencia y esperanza.
Asimismo, en la Encuesta del Nivel de Conocimiento y Percepción de la Población Dominicana sobre el Tema de Cambio Climático de 2022, también se pudo evidenciar que 62% de los jóvenes dominicanos se preocupen del cambio climático, y que 92% piensan que el cambio climático ya afecta al país.
Para incluir las preocupaciones y soluciones de la juventud al cambio climático, este principio de equidad debe ser la piedra angular de todas nuestras acciones. La transición hacia una economía verde, la inversión en tecnologías digitales responsables y el fortalecimiento de la cooperación global son solo algunos de los pasos que podemos tomar hoy para garantizar que los jóvenes de mañana tengan una oportunidad justa.
En República Dominicana, el concepto cobra especial importancia, porque el país tiene un potencial muy alto para la transición justa y la creación de empleos verdes, como lo demostró un estudio de 2022 del PNUD y de la Organización Internacional del Trabajo.
La Conferencia de Sostenibilidad de Hamburgo fue un faro de esperanza en esta dirección, un espacio para la innovación y la colaboración. Es imperativo que no solo hablemos de los desafíos, sino que también impulsemos acciones concretas que puedan fomentar el desarrollo sostenible e inclusivo a largo plazo. Desde PNUD y Alemania, estamos comprometidos con seguir colaborando estrechamente con la República Dominicana para acelerar el progreso hacia los ODS, fomentar la justicia climática y asegurar que el desarrollo sostenible sea una realidad para todos.
La sostenibilidad no es solo un desafío, es una oportunidad para transformar nuestro mundo.
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