CIUDAD DE MEXICO.-El presidente Luis Abinader llegó a la Ciudad de México a las 3:20 de la tarde de este lunes, donde fue recibido por el ministro designado de Educación, en México, Mario Delgado, y la embajadora dominicana en México, María Isabel Castillo.
El motivo del viaje es la participación, este martes, del mandatario dominicano, en la toma de posesión de Claudia Sheinbaum Pardo, primera mujer en ocupar la presidencia mexicana.
La científica Claudia Sheinbaum asume hoy como la primera mujer presidenta en la historia de México para el período 2024-2030, con los retos de azuzar el magro crecimiento económico, apaciguar la violencia ligada al crimen organizado y reducir el déficit fiscal más alto desde la década de 1980. Pero analistas coinciden en que el desafió más apremiante que tendrá Sheinbaum, de 62 años, será calmar a los inversionistas, preocupados por la diligente aprobación de una reforma judicial aupada por su mentor político, el saliente mandatario Andrés Manuel López Obrador, que han visto como una amenaza para la democracia y el clima de negocios.
"El principal desafío para la presidenta Claudia Sheinbaum será reforzar la confianza del mercado y ofrecer un marco regulatorio y de políticas predecibles y favorables a la inversión", dijo el jefe del equipo de Investigación Económica para América Latina de Goldman Sachs, Alberto Ramos.
"La gestión disciplinada del presupuesto y de las empresas estatales (Pemex en particular), el progreso en materia de seguridad pública y la salvaguarda de la integridad de las instituciones clave serán fundamentales para preservar la confianza del mercado y las calificaciones de la deuda soberana", agregó.
Los primeros meses del sexenio de Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México entre 2018 y 2023, podrían ser de alta volatilidad para los mercados financieros locales por las presidenciales de noviembre en Estados Unidos -su vecino y mayor socio comercial-, cuando las miradas se trasladarán a la migración irregular, el comercio y la seguridad.
Además, el mercado seguirá muy de cerca la presentación del primer presupuesto del gobierno entrante antes del 15 de noviembre, para analizar si podrá cumplir con la promesa de reducir el déficit fiscal a 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) desde 5,9% estimado para el cierre de este año.
Durante su mandato, que inició en diciembre de 2018, López Obrador duplicó el salario mínimo, redujo la pobreza y el desempleo, amplió la base de los programas sociales y supervisó el fortalecimiento del peso, éxitos que impulsaron su popularidad y ayudaron a Sheinbaum a obtener una aplastante victoria en las elecciones de junio.
Pero más allá de su promesa de "continuidad con cambio", Sheinbaum heredará un fuerte déficit presupuestario y un PIB que, en términos reales, se expandió apenas un 0,9% en el sexenio. Según expertos, la solución para la segunda economía más grande de América Latina es algún tipo de reforma tributaria que aumente los ingresos fiscales. (FUENTE: LA REPUBLICA)
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