WASHINGTON, DC.- El presidente estadounidense Joe Biden brindó este miércoles un discurso desde su oficina en la Casa Blanca, apenas tres días después de anunciar su baja de las elecciones de noviembre.
Su aparición, la primera desde entonces, estuvo minuciosamente planificada y enfocada en destacar los éxitos de su gestión, en un intento por fortalecer su legado y apoyar a la vicepresidente, Kamala Harris, su elegida para seguir en la carrera.
“La defensa de la democracia es más importante que cualquier título”, dijo al inicio.
“Saco fuerzas, y encuentro alegría, trabajando para el pueblo estadounidense. Pero esta sagrada tarea de perfeccionar nuestra unión no se trata de mí. Se trata de ustedes. De sus familias. De su futuro. Se trata de ‘Nosotros, el Pueblo’”, continuó.
Es por ello, agregó, que decidió bajarse de la carrera presidencial el pasado domingo, dejando el lugar para su vicepresidente, Kamala Harris. “He decidido que la mejor manera de avanzar es pasar la antorcha a una nueva generación. Es la mejor manera de unir a nuestra nación”, apuntó aunque destacó que “ha sido el privilegio de mi vida servir durante 50 años”.
Así, en los seis meses restantes, se enfocará “en seguir ejerciendo como presidente y en seguir trabajando para que Estados Unidos siga siendo fuerte”. “Creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me centre únicamente en cumplir con mis obligaciones como Presidente durante el resto de mi mandato”, sumó.
Entre los temas a abordar en el futuro próximo mencionó la reducción de los costes para las familias trabajadoras, el crecimiento de la economía, la defensa de las libertades personales y los derechos civiles -desde el derecho al voto hasta el derecho a elegir- así como el fin de la guerra en Gaza, el rescate de los rehenes, el fracaso de Vladimir Putin en Ucrania y la fortaleza de la OTAN.
Asimismo, aprovechó para destacar algunos logros de su gestión, como haber construido “la economía más fuerte del mundo” con cerca de 16 millones de nuevos puestos de trabajo, una suba en los salarios, una baja de la inflación y “la brecha de riqueza racial más baja en los últimos 20 años”.
Nuevamente, demostró su apoyo a Harris, a quien agradeció por estar a la altura del anuncio y por comprometerse a continuar con esta “reconstrucción, literalmente, de toda nuestra nación”: “He tomado mi decisión, quiero dar las gracias a nuestra Vicepresidenta, es fuerte, es capaz, tiene experiencia”.
Por último, destacó que en unos meses, el pueblo irá a las urnas y elegirá entre “la unión y la división”. “Lo bueno de Estados Unidos es que aquí no gobiernan reyes ni dictadores. Gobierna el pueblo”, subrayó.
Antes de cerrar, dijo con esperanza que “la historia está en sus manos, el poder está en sus manos, la idea de Estados Unidos está en sus manos”. Si bien Harris ya alcanzó el apoyo de suficientes delegados demócratas para su nominación, lo cierto es que aún no ha sido formalmente elegida por el partido para ser la sustituta oficial.
Los principales interrogantes en la política estadounidense por estos días recaen en el desempeño que tendrá la funcionaria, que sería determinante no solo para el futuro del país sino también para la forma en la que Biden pueda ser recordado.
Ambos demócratas centran sus discursos en los éxitos de los últimos tres años -entre los que se encuentran una amplia legislación interna, la renovación de alianzas con países clave y la defensa de la democracia- alertando sobre “lo que se avecina” con la propuesta del republicano Donald Trump.
Sin embargo, muchos temen que esto no sea suficiente para vencer a la contraparte y evitar un segundo mandato del rojo en la Casa Blanca, sobre todo por lo avanzado que está ya el calendario electoral, luego de que el Presidente se negara durante semanas a abandonar la carrera, incluso con la presión al interior de su círculo.
(Fuente: INFOBAE/Con información de AP)
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