Al pronunciar la segunda palabra “Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso”, tomada del evangelio de Lucas, el reverendo padre Gregorio Santana, realizó señalamientos al sistema penitenciario dominicano, aseverando este se encuentra en su “peor momento”.
“El sistema penitenciario del país está en su peor momento. Los presos pagan hasta por el derecho de ir al baño y por una “maldita goleta” para dormir por turnos. Pulgar penas no puede traducirse en algo tan denigrante de la condición humana, como la barbarie que impera en las cárceles dominicanas, llenas de guiñapos humanos, enfermos terminales y mentales.
Aunque lastimosamente hay desalmados que piensan que debe ser así, nuestras cárceles son la antesala del infierno, como dice la canción, un cementerio de hombres vivos (Grupo Niche)”, dijo.
Deploró que pese al atribuido crecimiento económico del país en los últimos 50 años, se ha vuelto más mezquino el crecimiento moral y espiritual, los que refirió se encuentran “descalabrados”.
Asimismo, el sacerdote deploro el Sistema de Seguridad Social, del que refirió es una estafa “burda”, con apoyo del Estado.
“Sí, es “legal” lucrarse con el dinero de las protecciones sociales. Los grupos económicos han decidido negar derechos para ganar dineros. Todos sabemos que el día al día de las aseguradoras de salud es un robo. Para ir a consulta y a la farmacia estamos en el mismo punto de hace 30 años”, refirió Santana.
En la reflexión de la segunda palabra, también se criticó la educación “que es mala, cara e imprestable”, sistema que está relacionada a los grandes males que sufre la sociedad.
“Aunque lastimosamente hay desalmados que piensan que debe ser así, nuestras cárceles son la antesala del infierno. Como dice la canción (del Grupo Niche), un cementerio de hombres vivos”, así lo expresó este Viernes Santo el reverendo padre Gregorio Santana.
“HE AQUÍ A TU HIJO; HE AQUÍ TU MADRE”
La tercera palabra “He aquí a tu hijo; he aquí tu madre”, tomada del evangelio de Juan, fue pronunciada por sacerdote franciscano Fray José Guerrero, quien exhorto a las mujeres dominicanas ver en Maria un ejemplo de cómo tiene que ser la mujer de hoy, aludiendo a que las féminas deben revelarse espiritualmente para abolir desigualdades.
“Mujer del siglo XXI, mujer dominicana, tienes un modelo ejemplar en la madre de Jesús, cumple hoy tu gran rol histórico que es provocar una gran revolución espiritual. Lo que más necesita esta humanidad globalizada, preñada de tanta maldad, odio, violencia, hipocresía, egoísmo, injusticia, maltrato sistemático a la madre tierra”, indicó.
El también exorcista de la Arquidiócesis de Santo Domingo exhorto a las dominicanas a despertarse y a conectar su esencia con Dios, tal como lo hizo María.
“Despierta, mujer, conéctate con tu esencia, y, como María y con María, date prisa, ponte en camino y enciende la chispa de la revolución espiritual, que cambiará el curso de la historia hacia un destino de paz, fraternidad, verdad, amor y solidaridad global”, dijo.
En su discurso hizo un paréntesis para hacer un llamado a los hermanos evangélicos, quienes, según explicó, han dejado a María fuera de su casa, “para que junto con nosotros experimenten la ternura, la delicadeza y el amor de la madre del nuevo pueblo de Dios”.
“En la tradición evangélica protestante, María no tiene espacio, no tiene un discípulo amado quien la acoja en su casa, han dejado fuera de su hogar a la madre del Redentor. Hermanos evangélicos, estamos en la época de la globalización; la globalización es un signo de los tiempos que exige la unidad de todo el pueblo de Dios”, manifestó.
“DIOS MÍO, DIOS MÍO ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?”
Sor Trinidad Ayala realizó la reflexión de la cuarta palabra, “Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?”, tomada del evangelio de Mateo, donde la Iglesia atacó la delincuencia y los políticos corruptos, manifestando sobre estos últimos que solo se enriquecen de los bienes del pueblo y cada cuatro años venden esperanzas.
“Ante los políticos corruptos que solo se enriquecen con los bienes del pueblo y cada cuatro años nos venden esperanzas de cambios; los cuales se quedan en promesas. ‘¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?’”, expresó.
Asimismo, en su prédica deploró el sistema de salud, que calificó como “excluyente”, que imposibilita que los más pobres tengan acceso al servicio y poder costear sus medicamentos, en especial los de alto costo.
Otra de las peticiones fue por las personas desempleadas y el alto costo de la canasta familiar “haciendo que la masa pobre tenga que hacer malabares para salir a flote mes tras mes”.
Durante la cuarta palabra "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mt 27, 46), Sor Trinidad Ayala dijo que los políticos corruptos solo se enriquecen con los bienes del pueblo y cada cuatro años venden esperanzas de cambios, que se quedan en promesas.
“TENGO SED”
Durante de la proclamación de la quinta palabra, “Tengo Sed”, del evangelio de Juan, pronunciada por el diácono de la Parroquia San José de Calasanz, Ángel Cano Sención, la Iglesia Católica manifestó que estos momentos demandan de la solidaridad y valentía, que respete la valentía de los países, aludiendo a la situación de la vecina República de Haití.
“Vemos la situación de nuestro hermano pueblo de Haití, sometido al desgarre social y político que generan las ambiciones incentivadas. Son tiempos que demandan una respuesta solidaria y valiente, que respete la libertad y soberanía de nuestros países, que procure explicitar auténticamente y con firmeza los reales propósitos y agendas globales, regionales y como país”, indicó.
Esta reflexión se hizo en torno a la manifestación, de que producto de las “ambiciones” que conducen a tensiones mundiales, que reconfiguran la geopolítica, “por un lado, se consideran las grandes potencias mundiales y, por otro lado, grupos radicales que impulsan división y odio entre pueblos y comunidades”.
Asimismo, el diácono deploró que los niños estén expuestos “ambientes de placer” y agendas internacionales, incidido principalmente por la pérdida de valores familiares, así como un sistema educativo “deficiente”.
Entre otras cosas, el religioso manifestó que la sociedad dominicana está sedienta de políticos que promuevan políticas más justas e inclusivas.
El diacono expresó que el país está sediento de un sistema que responda a los principios que se sustentan en la constitución, donde irradie los derechos humanos.
“Esta sed se concretiza en la urgente necesidad de promover estructuras más justas y equitativas; de compromisos con el bien común, de promoción de los valores humanos, la defensa de la vida y la familia, en las que el accionar social y político esté sometido a valores éticos y morales que realzan un verdadero compromiso y vocación de servicio a los demás”, sostuvo.
Así como la sociedad tiene sed de un sistema educativo más eficiente y buenas prácticas empresariales.
La Iglesia Católica manifestó que estos momentos demandan de la solidaridad y valentía, que respete la valentía de los países, aludiendo a la situación de la vecina República de Haití.
“TODO ESTÁ CONSUMADO”
La sexta palabra “Todo está consumado”, tomada del evangelio de Juan, pronunciada por el diacono de la Parroquia Inmaculada Concepción, Blas Bonilla Morfe, la Iglesia invitó a los ciudadanos y políticos a reflexionar y a cuestionarse sobre los aportes que están haciendo para lidiar con las problemáticas que imperan en el país e identificar sí realmente, se está logrando el objetivo que se propusieron.
“Tú, Padre y madre de familia, ¿pueden decir a Jesús misión cumplida? Tú, profesional, en tu labor diaria, ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida?
Tú, obispo, sacerdote y diáconos ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida?
Tú, empleado público, ministros del gobierno, militares, senadores y diputados ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida?
Señor presidente de nuestro país, usted puede decir a Jesús ¿misión cumplida?”, cuestionó.
Señaló que se debe tener conciencia de que hay que vivir una profunda conversión y hay que comenzar a curar en el corazón las llagas y las heridas mismas de Jesús además, las de tantos que a diario sufren de hambre, desesperación, opresión, abandono, tristeza, pobreza, enfermedad y otros sufrimientos.
Durante la lectura del Sermón de las siete palabras, Blas Bonilla Morfe, diácono de la Parroquia Inmaculada Concepción de esta capital, hizo una llamado este Viernes Santos a la reflexionar sobre los aportes que cada ser humano está depositando en la sociedad, incluso al presidente de la República, Luis Abinader y los demás políticos.
“PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”
En la reflexión de la séptima palabra, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, del evangelio de Lucas, a Iglesia Católica pidió a Dios por las víctimas de los incendios registrados en el carnaval de Salcedo y en la Penitenciaria Nacional de La Victoria, hechos registrados a principios de este mes de marzo.
Ángela López, laica comprometida y miembro de la Comisión de Prevención de abuso sexual de menores al leer la reflexión, también pidió por las elecciones del 19 de mayo y “la política malentendida y ejercida”.
“La inseguridad ciudadana, la crisis climática, los niños y niñas abusados sexualmente, las mujeres maltratadas y asesinadas, las víctimas del fuego de Salcedo, y de La Victoria, las elecciones de mayo, la política malentendida y ejercida, los mercaderes de la política que nos están prometiendo un paraíso; y los que nos quieren hacer creer que ya vivimos en él”, dijo López.
Asimismo, intercedieron por los países en guerra, la Iglesia Universal y la Iglesia dominicana.
La mujer se refirió al cambio climático y al incremento del deterioro de la salud mental a nivel mundial y el país, aludiendo que el 4.7% de la población dominicana padece de depresión y un 5.7% de trastornos de ansiedad.