Desde hace mucho tiempo los seres humanos venimos sobreexplotando y contaminando los entornos naturales con nuestras actividades cotidianas. Las consecuencias han sido nefastas: cambio climático extremo, grandes pérdidas de biodiversidad y aparición y propagación de nuevas enfermedades. Sin embargo, no debemos perder la esperanza, pues existen soluciones capaces de remediar los daños causados y contribuir a la recuperación del planeta. Algunas de ellas se sirven de la ciencia nuclear.
A continuación, resumimos cuatro ámbitos en los que la ciencia y la tecnologÃa nucleares contribuyen a proteger, conservar y restaurar el medio ambiente.
1. Mitigación del cambio climático

Central nuclear de Almaraz (España) (FotografÃa: M. Klingenboeck/OIEA)
El cambio climático es uno de los más grandes desafÃos a que se enfrenta la humanidad. Una de sus principales causas son las emisiones de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles. Para reducir estas emisiones, y en última instancia erradicarlas, es preciso que los Gobiernos, la industria y los ciudadanos emprendan una labor conjunta y a gran escala, a fin de disminuir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y adoptar otras fuentes que produzcan energÃa con bajas emisiones de carbono, como la renovable y la nucleoeléctrica.
La energÃa nucleoeléctrica equivale a un 10 % de la electricidad mundial y más de un 25 % de la electricidad de bajas emisiones de carbono. En algunos paÃses, como España, representa más del 20 % de la electricidad. Las centrales nucleares apenas generan emisiones de carbono al producir electricidad y, por ende, pueden ser clave en la transición energética del mañana. El OIEA presta apoyo a los paÃses que cuentan con programas de energÃa nucleoeléctrica y produce una cantidad considerable de publicaciones y materiales sobre la posible contribución de la energÃa nucleoeléctrica a la descarbonización y a la acción climática. El OIEA ha puesto recientemente en marcha una iniciativa para impulsar la producción de hidrógeno con energÃa nuclear, con objeto de ayudar a descarbonizar algunos de los sectores que más dependen de los combustibles fósiles, como la industria y el transporte.
2. Reciclaje de desechos plásticos

Desde 1950 se han generado más de 8000 millones de toneladas de plástico. La contaminación por plásticos es actualmente uno de los desafÃos ambientales más acuciantes, tanto en los suelos como en los mares, pues los animales pueden ingerir los plásticos y hacer que entren en la cadena alimentaria. Dado que los métodos convencionales no permiten reciclar una importante cantidad de plásticos, el OIEA está trabajando con los paÃses para hallar otras opciones basadas en la tecnologÃa de la radiación.
El año pasado, el OIEA puso en marcha NUTEC Plastics, una iniciativa en que se emplean métodos especializados para rastrear y cuantificar con precisión el movimiento y los efectos de las partÃculas de microplásticos y de los co‑contaminantes conexos en el medio ambiente, lo que permite a los expertos determinar la situación y las tendencias en relación con las partÃculas de plástico marino, evaluar sus efectos en los animales marinos e idear escenarios de riesgo para adoptar decisiones fundamentadas.
Con esta iniciativa también se pretende aumentar la cantidad de plásticos reciclables gracias al uso de tratamientos por irradiación, como la reticulación, la escisión de cadenas, los injertos u otras modificaciones de superficies.
3. Análisis de la contaminación ambiental

Muchas de las actividades de nuestra vida cotidiana producen contaminantes que van a parar al medio ambiente. La presencia de estas sustancias en el aire, el agua o el suelo afecta a los ciclos biológicos, geológicos y quÃmicos. Mediante el uso de herramientas y técnicas nucleares, los expertos pueden estudiar estos procesos y ocuparse de los contaminantes y de los entornos en los que se han acumulado.
Por lo que respecta a la contaminación atmosférica, las herramientas nucleares e isotópicas pueden usarse para rastrear los metales pesados, los gases de efecto invernadero y las partÃculas y gases radiactivos en la atmósfera.
En cuanto a la contaminación terrestre, gracias a las técnicas nucleares es posible detectar y medir con precisión los contaminantes. El OIEA presta asistencia a los paÃses que desean monitorizar, diseñar y evaluar iniciativas de protección del medio ambiente mediante el uso de dichas técnicas.
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