BREAKING NEWS
latest

Colombianos van a las urnas para decidir quien representa el cambio

BOGOTA, Colombia.- Que la mayoría del electorado grita cambio. Que el país muestra señales de transformación. Que las preocupaciones en los últimos años han cambiado. Que los partidos y la política tradicional están en decadencia. Que "los de siempre", aquellos que siempre ocuparon el poder, pasaron a un segundo plano. Que Colombia está unida en la necesidad de cambio, pero polarizada por cuál es la dimensión y quién lo representa. 


Lo que no se sabe, y se definirá este domingo, es a quién eligen los colombianos para representar todo eso y qué sucede con la tensión que genera lo nuevo. 

Por un lado, Gustavo Petro, un economista, un intelectual, un exguerrillero que aspira a ser el primer presidente progresista de un país política y económicamente conservador, estable y continuista para lo bueno y lo malo. 

Por el otro, Rodolfo Hernández, un político independiente y sin partido que reniega de los políticos, un empresario que quiere llevar las lógicas de las compañías al Estado, un adalid contra la corrupción que el 21 de julio podría ser el primer presidente electo en ser enjuiciado, precisamente, por corrupción.

 Las encuestas vaticinan que la de este domingo será la primera de dos rondas electorales. Para ganar en primera vuelta se necesita la mitad más uno de los votos, una ventaja que, según las encuestas, ningún candidato tiene a su favor. 

En el tarjetón habrá ocho opciones, pero dos de ellas ya se retiraron. Para sumar a las facetas inéditas de esta elección está que por primera vez existe un manto de dudas sobre el proceso electoral: los candidatos han declarado estar preocupados por la falta de garantías del sistema de votación. El terreno, quizá en como ninguna otra elección reciente, está embarrado. 

Gustavo Petro

El líder de las encuestas es Gustavo Petro, un viejo conocido de la política nacional cuyo triunfo, sin embargo, significaría una ruptura en la historia.

 La larga campaña ha estado marcada por su figura, que desafía a los gobernantes "de siempre". Incluso existe la mínima posibilidad de que gane en primera vuelta.


 Un gobierno de izquierda como el que él propone sería un hito histórico para un país sin experiencias realmente progresistas o revolucionarias en el poder. Muchos lo ven como "un salto al vacío".

 Exguerrillero del M19, valiente congresista y polémico alcalde de Bogotá entre 2012 y 2016, Petro ha hecho una carrera política a partir del enfrentamiento con la clase política gobernante y de la denuncia de la corrupción y la violación de derechos humanos.

Da los discursos con escudos antibalas. Candidatos como él en el pasado han sido asesinados. Esta es la tercera vez que se lanza a la presidencia. Ahora propone un "pacto histórico" que congregue "diferentes", al que se han adherido políticos de todas las ramas, incluidos algunos cuestionados en el pasado por el mismo Petro.

Su personalidad, catalogada por algunos como de "déspota" y "megalómana", le genera un rechazo y una desconfianza que pueden pasarle factura en segunda vuelta.

 El economista, especializado en medio ambiente, propone profundas reformas en pensiones, salud, educación, impuestos y subsidios. Promete una reforma agraria, pendiente por décadas en un país de enorme desigualdad en la propiedad de la tierra. 

Asegura que va a transformar la economía extractiva basada en exportaciones por una industrialista y agrícola con altos aranceles a las importaciones. Su programa, de ser ejecutado, supondría un shock para un modelo económico que no sufrió grandes cambios por décadas. Un programa que asusta a algunos e ilusiona a otros. Y que vaticina un choque de poderes que puede traducirse en ingobernabilidad.

Rodolfo Hernández

El ingeniero de 77 años, exalcalde de Bucaramanga, logró en primera vuelta casi 6 millones de votos de forma aparentemente sencilla.

Con una estrategia audaz de redes sociales, con mucha cercanía con la gente pese a la distancia de un candidato que apenas dio entrevistas ni hizo actos de campaña ni participó en debates.


Habla como la gente normal, se equivoca, rectifica a veces, y conquista, sobre todo, al votante de las zonas rurales sin definirse de izquierda ni de derecha.

Al igual que a Petro se le tilda de populista. En su caso porque propone que los problemas del país nacen de una sola fuente: la corrupción. Y los culpables son los políticos, en general, en abstracto.

Su principal promesa de campaña en un programa con poca definición de propuestas es acabar con "la robadera", como él la define. Y lo amplía con un mantra que ha calado entre sus simpatizantes: "No robar, no mentir, no traicionar y cero impunidad".

"El problema de Colombia, su cáncer terminal, es que los políticos le están robando al país por toneladas y nos tratan como tontos útiles", dijo en campaña este empresario de la construcción hecho a sí mismo que ante Petro opone su experiencia en el "mundo real" de la empresa, la eficacia y la gestión.

Algo similar a lo que proponía Donald Trump cuando ganó en Estados Unidos en 2016.

Incluso se habla de que quiere formar un gabinete puramente de empresarios.

También ha dicho que lo primero que hará es firmar un decreto de conmoción nacional para atajar los problemas económicos y sociales del país, algo que levanta dudas por querer gobernar sin contar con un Congreso donde no tendrá bancada.

Eso sería un inconveniente para su eventual gobierno, pero es un activo para su campaña de actor independiente, en la que acepta adhesiones pero sin firmar pactos ni estrechar manos con ningún político.

"Se ha convertido en la voz del cambio, pero no un cambio de derecha, de izquierda ni de centro. Es un simple cambio de discurso que resume las principales preocupaciones de los colombianos, que son las relacionadas con la corrupción", dijo a la agencia Reuters el analista político Jairo Libreros.

Esas dudas sobre qué hará y cómo será su relación con las instituciones, burocráticas y lentas, pero también garantes de la limitación de poder, le juegan en contra para seducir a un votante más apegado a la institucionalidad de un país sin dictaduras en la historia reciente.

No cree necesaria una reforma fiscal como tal, y algunas de sus frases le han valido el calificativo de machista.

Pero quizás su principal sombra es que, pese a presentarse con éxito como adalid contra la corrupción, el 21 de julio enfrenta un juicio por presunta actividad ilícita cuando era alcalde de Bucaramanga.

Hay voces que dicen que esa acusación le podría incluso impedir asumir la presidencia el 7 de agosto en caso de que gane este domingo.

"Para romper con la politiquería el 19 de junio necesitamos superar los 12 millones de votos", pidió Hernández que, sin embargo, no ha hecho mucho para ello en la campaña de segunda vuelta, confiado quizás en que la "Petrofobia" le baste.

(FUENTE: BBC MUNDO)


« PREV
NEXT »

No hay comentarios