La circulación de la fiebre porcina ha obligado que el Gobierno y los productores tengan que sacrificar al menos tres mil cerdos como control para evitar la propagación de la enfermedad.
Esta acción se ha puesto en marcha en las once provincias donde las autoridades han detectado el virus, pero también serán eliminadas las granjas de traspatio y se trabajará en la organización de los pequeños productores de cerdos.
El Ministerio de Agricultura ha sacrificado hasta el momento alrededor de 1,500 animales por la peste porcina y serán sacrificados otros 1,900 en una granja donde se ha determinado la circulación de la enfermedad.
Las autoridades agropecuarias intervendrán este viernes la provincia Dajabón por la detección de la peste, específicamente en la comunidad de Carbonera.
El ministro de Agricultura, Limber Cruz, informó que permanecen brigadas de técnicos y especialistas en las once provincias donde las autoridades tienen conocimiento que circula la fiebre porcina.
Las acciones del Gobierno se materializan cuando se anuncia que una comisión de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) llega la próxima semana para verificar y ayudar a enfrentar el brote de la peste.
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