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Prisilla dedicó ser abanderada a familiares “que están, pero especialmente a los que no”


  Tras una carrera llena de éxitos, la voleibolista Prisilla Rivera dedicó a sus familiares “que están, pero especialmente a los que no”, la elección de ser la abanderada de la República Dominicana para los Juegos Olímpicos de Tokio.

La vida de Prisilla está marcada con dos dolorosas pérdidas. A inicios de su despegue como profesional, falleció su padre, y en febrero del año pasado, recibió la devastadora noticia del deceso de su unigénita Megan.

La capitana de la selección nacional habló sobre los sentimientos que le invadieron emocionalmente, al momento de anunciar oficialmente que será portadora del lienzo patrio junto al púgil Rodrigo Marte, el pasado jueves durante un acto celebrado en las instalaciones del Comité Olímpico Dominicano.

“Las lágrimas son el sentimiento más puro que puede expresar una persona, ya sea por alegría o tristeza, y hoy lo manifiesto por ambas cosas, por situaciones personales que influyen, por personas que no están y que me gustaría que estuviesen”, expresó con voz entrecortada la experimentada jugadora.

Aprovechó la oportunidad para agradecer el respaldo de sus compañeras de selección, al igual que al Director del Proyecto de Selecciones Nacionales de Voleibol Femenino, Cristóbal Marte, a quien considera como un padre adoptivo, señalando que este le ha ayudado no solo en su crecimiento como profesional, sino que también ha tenido que ver en su desarrollo personal.

En una entrevista para Colimdo, expresó que su escogencia como abanderada es uno de los logros que mayor satisfacción ha tenido durante sus 20 años representando el país en diferentes escenarios internacionales.

“Estoy en el final de mi carrera, entonces hacer este reconocimiento y distinción para conmigo me llena de mucha satisfacción y me hace ver que lo realizado durante mi carrera ha estado bien”, manifestó la integrante de los equipos de voleibol femenino ganadores de medalla de oro en los Juego Panamericanos de Santo Domingo 2003 y de Lima 2019.

Rivera, la cual soñó con este momento, indicó que su designio va más allá de llevar la bandera. Entiende que es una responsabilidad que han puesto en sus manos.

“Tengo 20 años de mi vida llevando la bandera en mi pecho y siempre he dicho que cada gota de sudor vale la pena por ella. Imagina la distinción y el honor que significa para mí caminar delante de una delegación de atletas que luchan por el sueño de obtener una medalla olímpica”, dijo enérgicamente la dueña, en el dorsal de su chaqueta dentro de la selección, del número 14.

MVPris, como se hace llamar en sus redes sociales, se refirió a la motivación dada por el público y lo difícil que ha sido lograr la gran aceptación y popularidad que tiene dentro de los fanáticos que siguen a las llamadas Reinas del Caribe.

“No sería fácil, si no recibes ese empuje, esa inspiración del público. Además, no es lo mismo ser popular por tener una red social o por subir contenido o ser controversial, a que sea por el trabajo que desempeñe. Eso es una responsabilidad más que diversión”.

Concluyó la entrevista hablando sobre el bienestar que siente y lo gratificante que es para ella servir de referente a otras niñas, expresando que “ahí se refleja todo”, porque no solo la siguen en cancha, si no fuera, recalcando que “es una gran responsabilidad”.

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