
En una nota de prensa, la Policía Nacional informó que fueron sometidos a las justicia nueve personas por rebelión contra las autoridades y 595 sometidas a sanciones administrativas por ignorar el uso de mascarillas.
Los que desafiaron el toque de queda y las disposiciones de distanciamiento social del Gobierno encontraron de frente amplios contingentes de policías y militares que apresaron a muchos, cargaron con bocinas y sillas.
Con el paso de las horas, las calles y avenidas de Santo Domingo Este se volvieron solitarias, y solo algunos vehículos autorizados o de emergencias, además de policías y militares se observaban ir y venir.
En el interior de los barrios reinaba la tranquilidad, la música era escasa o baja y los tragos se compartían en familias.
Algunos dejaron las salas de sus viviendas y se sentaron al frente, pero sin grupos que llamaran la atención.
Otros, se concentraban en las salidas de los callejones y al ver llegar el convoy de policías y militares se espantaban hacia el interior de los barrios.
No faltaron los que fueron sorprendidos desafiando las disposiciones oficiales y terminaron despidiendo el 2020 y recibiendo el 2021 tras las rejas de las dotaciones policiales más cercanas.
En sectores como Los Tres Brazos, Los Mina, ensanche Ozama, Villa Duarte, Los Mameyes, La Isabelita, policías y militares apresaron a decenas de jóvenes.
En estos barrios, miembros de la Policía Nacional, la Fuerza Aérea y la Armada estaban a cargo de mantener a raya a los revoltosos, y parece que lo lograron.
Mientras en Mendoza, dónde pululan los colmadones y discotecas todos estaban cerrados, mientras algunos parroquianos compartían tragos al frente de sus viviendas y a las salidas de las callejuelas, pestos a corren al asomo de la primera patrulla.
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