
Tras un impase de un dĆa, la CancillerĆa china finalmente anunció en la maƱana de este viernes su decisión de “revocar el consentimiento” para establecer el Consulado de Chengdu -capital de la provincia suroccidental de Sichuan-, y exigir “el cese de todas sus operaciones».
El Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que se trata de “una respuesta legĆtima y necesaria” contra la “acción injustificada de EE. UU.” de ordenar el cierre de su consulado en Houston, que Washington defiende asegurando que busca “proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de sus ciudadanos”, aunque China niega que la oficina haya robado propiedad intelectual.
“La relación entre ambos paĆses no es la que China desearĆa, pero Washington es responsable de ello”, se exculpó la CancillerĆa en un comunicado, y agregó que su respuesta estĆ” “en lĆnea con la ley internacional, las normas bĆ”sicas que rigen las relaciones internacionales y las prĆ”cticas diplomĆ”ticas” dado que, a sus ojos, la medida que tomó Washington rompió todas estas reglas.
Por la tarde, el portavoz de Exteriores Wang Wenbin fue un paso mÔs allÔ y señaló que los diplomÔticos estadounidenses enviados a Chengdu participan en actividades que no son coherentes con su misión, y que China ha presentado en el pasado múltiples quejas al respecto.
Wang aseguró que “el consulado chino en Houston sigue operativo”, y volvió a pedir a Washington que reconsidere su decisión.
El consulado de Chengdu fue inaugurado en 1985 por el expresidente George H. W. Bush, y en Ć©l trabajan unas 200 personas -150 de ellos trabajadores locales- que cubren el TĆbet, entre otras regiones del suroeste de China.
Wang tambiĆ©n tuvo palabras para el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, quien este jueves pronunció un duro discurso contra PekĆn en el que aseguró que EE. UU. debe “inducir al cambio” a China, reiteró que su apertura no ha satisfecho las expectativas estadounidenses y rechazó que la “supremacĆa del Partido Comunista de China (PCCh)” sea el futuro.
“Sus comentarios ignoran los hechos, convierten el negro el blanco y estĆ”n llenos de sesgo ideológico. Su mentalidad es la de la guerra frĆa. Es indignante. No es mĆ”s que un surtido de mentiras”, alegó el portavoz chino.
SegĆŗn PekĆn, China es la vĆctima y debe defenderse de los ataques de un antiguo amigo que le ha golpeado primero. El portavoz reiteró asimismo que el mundo no tiene nada que temer, porque “China no busca ni buscarĆ” nunca la expansión o la hegemonĆa».
“China no se desarrolla a costa de otros”, anotó Wang, y agregó que “ellos hablan de cambiar a China y el sistema que ha elegido. Es a todas inviable».
“China no se desarrolla a costa de otros”, anotó Wang, y agregó que “ellos hablan de cambiar a China y el sistema que ha elegido. Es a todas inviable».
Tras varias diatribas contra Washington y en defensa de las bondades del sistema socialista, Wang concluyó que detrĆ”s de las declaraciones de Pompeo lo Ćŗnico que hay es “un intento de desviar la atención del pueblo estadounidense de sus asuntos domĆ©sticos».
“No pueden engaƱar a nadie, ni a los estadounidenses ni a la comunidad internacional.
“No pueden engaƱar a nadie, ni a los estadounidenses ni a la comunidad internacional.
China no tiene la intención de cambiar a EE. UU., y EE. UU. no puede cambiar a China”, zanjó Wang.
El deterioro de las relaciones entre los dos gigantes parecen haber llegado a un punto sin retorno a raĆz de las acusaciones mutuas a cuenta del origen y gestión del coronavirus, que se su man a la guerra tecnológica y comercial o a los reproches a cuenta de la nueva ley de seguridad para Hong Kong o por la situación de los derechos humanos de las minorĆas musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang.
LOS MEDIOS ESTATALES, ESCANDALIZADOS
Expertos chinos creen que, con este aumento de la tensión, los ‘halcones’ del partido republicano estadounidense buscan marcar las pautas para la próxima administración- “Gane quien gane las elecciones de noviembre, deben seguir su polĆtica de agresión contra China”, asegura a Global Times el investigador Sun Chenghao, del Instituto Chino para las Relaciones Internacionales ContemporĆ”neas.
Expertos chinos creen que, con este aumento de la tensión, los ‘halcones’ del partido republicano estadounidense buscan marcar las pautas para la próxima administración- “Gane quien gane las elecciones de noviembre, deben seguir su polĆtica de agresión contra China”, asegura a Global Times el investigador Sun Chenghao, del Instituto Chino para las Relaciones Internacionales ContemporĆ”neas.
“Es ingenuo y poco realista pensar que Pompeo pueda arrastrar nuevos aliados en una nueva guerra frĆa o que pueda tejer un telón de acero sobre China”, argumenta, y apunta que, al contrario que entonces, “los intercambios no pueden cortarse del todo dado que la globalización ha unido al mundo, y la mayorĆa de los paĆses no quieren ponerse sólo del lado de un paĆs o del otro».
Estos expertos citados por el rotativo nacionalista chino tambiĆ©n ponen a su paĆs la medalla de la contención- “En comparación con otros consulados, el de Chengdu tiene menor volumen comercial, lo cual refleja que PekĆn busca una respuesta contenida”, opina el profesor Li Haidong.
“Al contrario de Washington, que usa cualquier oportunidad para avivar las tensiones, China hace todo lo posible por controlarse”, juzga Li, y resume que PekĆn responderĆ” a cada ataque, pero nunca darĆ” el primer paso para sabotear las relaciones entre ambos paĆses.
El consulado estadounidense en Chengdu se hizo notorio en 2012 cuando acudió a Ć©l el entonces jefe de la PolicĆa de la vecina ciudad de Chongqing, Wang Lijun, quien denunció el papel de la esposa del ex secretario general del PCCh en esa ciudad, Bo Xilai, en la muerte de un empresario britĆ”nico, Neil Heywood.
Bo llegó a rivalizar a comienzos de este siglo con el actual presidente chino, Xi Jinping, por colocarse en el lugar adecuado para llegar a la jefatura del Estado pero cayó en desgracia y acabó encarcelado por corrupción, abuso de poder y recepción de sobornos.
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