-Esta fronteriza ciudad luce desierta, sin el acostumbrado bullicio de vendedores y compradores que se abastecen de mercancías en el mercado binacional que comparte con el vecino Haití.
Los escasos grupos de personas que se concentraban en algunos lugares eran motoconchistas, quienes fueron dispersados por soldados del Ejército Dominicano y del Cesfront que patrullan las solitarias calles.
Comercio de alimentos
El comercio abrió sus puertas, aunque s escaso el flujo de compradores.
Hay que destacar que Haití cerró la frontera primero que República Dominicana, por lo que sus nacionales, de Anse-à-Pitre y otras comunidades, que vienen a esta ciudad a comprar, están impedidos de cruzar al lado dominicano a comprar alimentos y combustibles, como lo hacen cotidianamente.
Los hoteles están en su mayoría sin clientes y los escasos que hay tienen son extranjeros que llevan varios días en esta ciudad
Una situación similar se vive en Cabo Rojo, donde se informó que el personal que labora en los restaurantes de la playa ha sido reducido al mínimo.
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