El anuncio del descubrimiento de los nuevos satélites se hizo ayer por el Centro de planetas menores, dependiente de la Unión Astronómica Internacional (UAI).
Los recién llegados son satélites pequeños con una media de 5 kilómetros de diámetro, de los que 17 orbitan Saturno hacia atrás, es decir, en sentido contrario hacia el que gira el planeta sobre su eje, y el resto en el mismo.
“El estudio de las órbitas de estas lunas puede revelar sus orígenes, así como proporcionar información sobre las condiciones que rodeaban a Saturno en el momento de su formación”, explicó Scott Shepppard, director del equipo que realizó el descubrimiento.
Las lunas más cercanas a Saturno y que giran en su misma dirección, tardan 2 años en orbitar planeta.
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