SAN JOSE DE OCOA. – El ingeniero Temístocles Montás dijo aquí que en República Dominicana hay que poner límites a la posibilidad de acceder al poder para evitar situaciones como la que vive hoy el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) “que de no tener una salida razonable afectaría el crecimiento y desarrollo que el país ha acumulado desde mediados de la década de los años noventa”.
Expresó que lo que está ocurriendo en el partido gobernante no tiene nada que ver con posiciones ideológicas.
“No hay una lucha ideológica en el Partido de la Liberación Dominicana, lo que hay es una lucha por ambición de poder, y son las ambiciones de poder las que están poniendo en peligro la unidad del Partido de la Liberación Dominicana”, apuntó Montás.
Dijo que si no hay regulación a las ambiciones de poder, “estas cosas van a ocurrir con frecuencia y la única manera que tenemos para evitar esto es estableciendo límites a la posibilidad de acceder al poder”, planteó Montás, advirtiendo que “son las ambiciones de poder las que están poniendo en peligro la unidad del PLD”.
En una conferencia que dictó en el restaurante Rancho Francisco con la presencia de representantes de diferentes sectores de esta población, incluyendo aspirantes a posiciones electivas por el PLD, Montás dijo que “si se deja abierta la compuerta para que la gente piense que puede aspirar a ser Presidente de la República cada vez que le dé la gana, entonces no habrá manera de evitar estos problemas que estamos confrontando en el PLD”.
Recordó que ha estado planteando la importancia de esta regulación a las ambiciones de poder porque en las presentes circunstancias lo correcto es que el PLD dé paso a una tercera opción para las elecciones del 2020 que unifique a todos los peledeístas “para que sigamos gobernando, para seguir avanzando y para que podamos llegar realmente a una sociedad próspera para todos”.
Montás inició su disertación citando una conferencia que el historiador Frank Moya Pons dictó recientemente en la Feria del Libro de Madrid en la que reconocía la gran transformación que ha vivido República Dominicana desde la muerte de Trujillo, no solo pasando de una sociedad mayoritariamente rural a otra eminentemente urbana, sino también en términos productivos.
El exministro de Industria y Comercio dijo que esa gran transformación de República Dominicana comienza en la década de los noventa, pero especialmente a partir de 1996 cuando el PLD llega por primera vez al poder.
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