Señalaron que servidores públicos honestos, y que ofrecieron sus mejores años al país, y que fueron enviados a sus casas con una miserable pensión, hoy son humillados, y expuestos a la muerte.
Los denunciantes pusieron como ejemplo vivo de la inequidad, y desprecio de un supuesto Sistema de Seguridad Social, que ni garantiza seguridad, ni tranquilidad en la vejez, ni mucho menos atención medica mínimamente aceptable a la señora Carmen Paredes Fermín.
“Es penoso, más que lamentable, que una servidora que ofreció más de 50 años de su vida al servicio público, en el Hospital San Vicente de Paul, de San Francisco de Macorís, trabajando sin descanso, sin importar que fueran días feriados, y que el denominado Sistema Dominicano de Seguridad Social, la tenga más de un año en espera de un procedimiento quirúrgico”, precisaron.
Informaron que la señora Carmen, está a la espera de que SENASA apruebe el procedimiento medico en el Hospital Metropolitano de Santiago, ya que dicho centro de salud, dice que “necesita esa aprobación, puesto que no trabaja con pensionados”.
Recordaron, que el artículo 61 de la Constitución de la República garantiza el derecho a la salud de los dominicanos, derecho que es violentado por el propio Estado, que deja en la orfandad a miles de dominicanos pensionados que están muriendo en el olvido.
Los afiliados al Sistema Dominicano de la Seguridad Social, calificaron como un crimen que un dominicano pase 65 años trabajando, para retirarse con una miserable pensión, que no le alcanza ni siquiera para comprar medicamentos.
Exhortaron a los representantes ante el Congreso Nacional, a reformar la Ley 87-01, para transformarla, y convertirla en una real garante de los pensionados dominicanos.
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