
La demanda del hispano estuvo basada en que no recibió la protección de seguridad adecuada y por eso se precipitó desde una plataforma improvisada.
Tuvo que dejar su trabajo como obrero y pasar varios años de tratamientos, porque se lastimó gravemente la espalda y el cuello en la caída, ocurrida cuando estaba apretando los pernos del puente.
Pero la MTA argumentó que sí había cumplido con su parte.
La litis duró 10 años, finalizando a favor del obrero.
Ahora el obrero trabaja en Domino’s Pizza, aún experimenta dolor a diario y asiste a reuniones mensuales para el manejo de ese problema médico, dijo su abogado James McCrorie a New York Post.
El martes pasado, un jurado de la Corte Suprema de El Bronx le otorgó al accidentado, cuya nacionalidad no fue dada a conocer por las autoridades, la impresionante cantidad de dinero.
POR RAMON MERCEDES
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