“Como el fascismo hitleriano en Alemania y el trujillismo en la República Dominicana, el balaguerismo y Balaguer están proscritos en la UASD”, enfatizó el catedrático y funcionario universitario.
Refirió que Balaguer tiñó de sangre el centro de altos estudios, y pidió que el pacto con sus herederos sea retirado de inmediato.
Fernando Peña, quien fue perseguido en los gobiernos de Balaguer, se definió como un sobreviviente de la intolerancia política y la represión. Acusado de actos ilícitos, fue llevado a la cárcel junto a Luis Lizardo Cabrera y al profesor universitario e historiador Roberto Duvergé, fallecido el 21 de julio de 1989, en La Habana, Cuba, por complicaciones de salud derivadas de su arresto.
“La facultad (de Ciencias Jurídicas) y la UASD cayeron en una trampa frente a los restos de un partido hegemonizado por una mafia super conocida”, dice Peña en un documento que él mismo distribuyó en un acto en el que viudas y familiares de víctimas de los gobiernos de Balaguer exigieron a la rectora Emma Polanco revertir el acuerdo.
El Acuerdo de Cooperación Interinstitucional entre la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas fue suscrito el pasado 20 de febrero por el decano Bautista (Radhamés) López García y el presidente del PRSC, Federico (Quique) Antún, en presencia de los profesores y funcionarios universitarios José (Jochy) Aquino, Adonis Martín, Jaime Francisco Rodríguez, Héctor Pereyra y José Bello, presidente de la Asociación de Estudiantes de Ciencias Políticas.
Peña sostuvo que el convenio con los reformistas contradice las resoluciones del Consejo Universitario y las tradiciones de la academia.
“Ese acuerdo –puntualizó- que se vuelve contra la historia, que apuesta a la desmemoria, que se rinde al funesto “borrón y cuenta nueva” que ha pervertido nuestra sociedad y que persistentemente se hace correr en nuestra academia, se anula por él mismo y no debe ser ni siquiera recibido por el Consejo Universitario, en tanto arrastra la condición de falso”.
Observó que sus promotores escondieron intencionalmente el nombre de Joaquín Balaguer del Instituto de Formación Política para engañar a la comunidad universitaria.
“Solo obsérvese -agregó el catedrático- que en el documento propuesto habla de un Instituto de Formación Política” y no se llama “Joaquín Balaguer. Ahora, compare esto con lo que aparece hasta en la red de internet, en la página de esa funesta formación política: IFP/Instituto de formación Política Joaquín Balaguer”.
Sostuvo que mantener el acuerdo es violatorio del ordenamiento universitario institucionalmente establecido. “También se violan elementales normas de un correcto ejercicio del derecho, al darle simple aquiescencia a un documento que tiene la irremediable marca de la falsedad conscientemente inoculada”.
El director del Observatorio de Políticas Públicas presume que el decano Bautista (Radhames) López García cometió un error al suscribir el pacto, y le pidió formalmente que lo deje sin efecto.
“Señor decano –proclamó el funcionario universitario-, escuche “la expresión de un pueblo y de miles de víctimas y descendientes de ellas, que piden y pedimos dejar sin efecto esta errática iniciativa”.
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