La Oficina de Información del Consejo de Estado (Ejecutivo) del país asiático detalla, en el extenso ‘Historial de Derechos Humanos de Estados Unidos en 2018’, una serie de infracciones por las autoridades estadounidenses en materia de derechos civiles, discriminación racial o amenazas a niños, mujeres e inmigrantes.
El texto habla de “frecuentes casos de violencia criminal, crimen armado rampante y el abuso de poder de funcionarios” en el país norteamericano y replica las cifras del informe anual del FBI relativas a 2017 de asesinatos, violaciones o robos.
Según Xinhua, el informe revela que “la libertad de prensa en EEUU sufrió un revés sin precedentes y se infringieron los derechos legítimos de los periodistas”, que han padecido casos de ataques, registros, arrestos, intercepción en fronteras y restricción a la hora de publicar información pública.
La clasificación mundial de la libertad de prensa elaborada anualmente por Reporteros sin Fronteras sitúa a EEUU en el puesto 45 de los 180 países analizados en 2018, mientras que China aparece en el 176.
“Las declaraciones de intolerancia religiosa aumentaron y la vigilancia por internet del Gobierno de Estados Unidos infringió la privacidad individual”, apostilla la agencia estatal.
Pekín publicó este informe en respuesta a uno de igual temática puesto en circulación este miércoles por Washington, cuyas conclusiones llevaron al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, a comentar de manera irónica que China “juega en su propia liga de violaciones de derechos humanos”.
“Esperamos que EEUU se fije bien en su propio historial en materia de derechos humanos y se encargue de solucionar sus propios asuntos”, manifestó hoy durante la rueda de prensa diaria el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China Lu Kang.
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