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Danilo promete seguir labor para dominicanos tengan alimentos necesitan

El presidente Danilo Medina prometió seguir trabajando para que todos los dominicanos tengan acceso a los alimentos que necesitan para desarrollar vidas dignas y sanas.

El mandatario habló durante el acto de lanzamiento del Plan Nacional para la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional ante funcionarios, representantes diplomĆ”ticos e invitados especiales.

A continuación el discurso del presidente Medina:

"Hoy 16 de octubre celebramos el Día Mundial de la Alimentación. Es una fecha que nos recuerda que, aún en el siglo XXI, debemos aunar esfuerzos en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza a nivel global.

 Creo que es la fecha más apropiada para anunciarles nuestro Plan Nacional para la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional. Un plan que creará las condiciones para que todas las dominicanas y los dominicanos tengan acceso a los alimentos que necesitan para desarrollar vidas dignas y sanas.

 Un Plan para que todo niño o niña esté nutrido adecuadamente, que toda mujer en estado de embarazo o lactancia tenga a su disposición las vitaminas y suplementos necesarios. Para que todas las personas que por enfermedad, discapacidad o vejez, necesiten ayuda, tengan instituciones encargadas de aplicar medidas de asistencia con el fin de recibir una alimentación adecuada. 

Porque, aunque hemos dado grandes pasos para combatir los males del hambre y la desnutrición, aún siguen siendo grandes problemas que enfrenta nuestro país en particular y la humanidad en general. 

Para hacernos una idea de su magnitud, según el Programa las Naciones Unidas para el Desarrollo, 821 millones de personas en todo el mundo sufren de desnutrición. 2 Esto es 1 de cada 9 personas que no tienen asegurados los alimentos que van a ingerir durante su vida diaria. 

La realidad es que el hambre es considerado uno de los mayores riesgos para la salud en todo el planeta, más letal que enfermedades como el VIH- SIDA, la malaria y la tuberculosis juntas. Pero lo que es aún peor, en 2016, el 9,5% de la población infantil de América Latina estaba afectada por la desnutrición crónica, esto son más de 3 millones de niños y niñas. 

Por eso, 1 de cada 4 niños sufre retraso en su crecimiento, una cifra que suele ser mayor en los países en vías de desarrollo. Cabe señalar que en el Caribe este porcentaje es menor, 5,3% y destacar también que, si bien la subalimentación, lamentablemente, va en alza a nivel mundial y especialmente, en América Latina, en nuestra región del Caribe la tendencia es a la baja.

 Según los datos de la FAO, en nuestra zona la subalimentación cayó de 18,4% en 2015 a 17,7% en 2016. Estos datos también son corroborados por el Índice Global de Seguridad Alimentaria, en los que podemos comprobar que República Dominicana, junto con Panamá y Nicaragua, mejoró su calificación a un ritmo más acelerado que los otros países del Sistema de Integración Centroamericana. 

Concretamente, en los últimos 6 años, hemos incrementado la oferta de alimentos al pueblo dominicano en 500 millones de libras cada año. Por eso es tan importante el plan que hoy les presentamos. Porque nos ayudará a enfocar esfuerzos para continuar mejorando estas cifras y para garantizar que cada ciudadano tenga la debida nutrición. 3 Tenemos la firme voluntad de seguir avanzando en esta dirección, como lo hemos hecho en los últimos años. 

Y estamos instalando las capacidades y la debida coordinación para lograr que todos, y sobre todo los niños, cuenten con la nutrición necesaria para desarrollar todas sus capacidades. 

Señoras y señores, La comunidad internacional ha marcado la erradicación del hambre en el mundo como uno de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030. Sin embargo, desde la República Dominicana, eliminar el hambre y alcanzar la soberanía y seguridad alimentaria ha sido un objetivo constante desde el primer día de este gobierno. Pero, qué es exactamente la soberanía alimentaria, y por qué es tan importante, cabe preguntarse. 

Pues bien, si me lo permiten me gustaría responder brevemente a estas cuestiones. Soberanía alimentaria es un concepto que va mucho más allá de la seguridad alimentaria. 

Cuando nos referimos a seguridad alimentaria hablamos de garantizar la disponibilidad de alimentos, el acceso a ellos por parte de la población y su aprovechamiento para nutrir a los ciudadanos.

 Sin embargo, cuando hablamos de soberanía alimentaria nos referimos, además, a nuestro derecho como nación a establecer políticas agrarias y alimentarias que garanticen la seguridad alimentaria, el desarrollo sostenible de la República Dominicana y su independencia ante los vaivenes de los mercados internacionales. 

La soberanía alimentaria implica la protección de nuestro mercado doméstico, el apoyo a nuestros productores y el fortalecimiento de nuestra economía, que no se ve obligada a disponer de miles de millones de dólares para garantizar alimentos para nuestro pueblo. 

Por eso nos llena de satisfacción decir que estamos ejerciendo nuestra soberanía alimentaria y que nuestro país ha alcanzado la Seguridad Alimentaria, según lo definen los organismos internacionales. 

Y esto, distinguidos amigos, no es fruto de la casualidad sino el resultado de un trabajo planificado para responder a las necesidades nutricionales de nuestro pueblo. Para avanzar en esta meta estamos actuado simultáneamente en varios frentes. El primero de ellos, como bien saben, es el apoyo al campo. 

Apoyamos a nuestros productores porque estamos convencidos de que la única estrategia realmente sostenible contra el hambre es la revitalización del campo dominicano y su capacidad para producir alimentos e ingresos dignos para las familias. Y eso es precisamente lo que hemos estado haciendo durante seis años a través de las visitas sorpresa que ya todos los dominicanos conocen bien.

 Semana tras semana hemos estado visitando comunidades rurales en cada rincón del país, para escuchar sus problemas y buscarles soluciones. 

El resultado práctico de estos encuentros va desde la concesión de créditos para el desarrollo de cooperativas y organizaciones rurales, a brindarles asistencia técnica o a la construcción de infraestructuras para el desarrollo de las comunidades. 

5 Esto quiere decir que hemos apoyado un total de 1,718 proyectos durante todos estos años y se han otorgado más de 38 mil millones de pesos en créditos blandos, para asegurar las cosechas de los alimentos que llegan a nuestras mesas cada día. 

Sin embargo, nuestro apoyo no se ha limitado a las visitas. Desde el Banco Agrícola hemos impulsado el crédito a los productores como nunca antes. Ya se han prestado 102,000 millones de pesos en los últimos 6 años, a la tasas más bajas de la historia financiera del país, 8% y 6%. Y para garantizar que las inclemencias del tiempo no pongan en riesgo a nuestros productores, hemos ampliado en 55 mil las pólizas de seguro agrícola, lo cual da tranquilidad a los productores frente a los riesgos climáticos.

 Además, para mejorar el transporte de alimentos y que puedan llegar con más facilidad de un punto a otro, estamos mejorando miles de kilómetros de vías y los caminos interparcelarios en las zonas rurales. 

El resultado de todo esto es que hoy en nuestro país producimos más del 85% de los alimentos que consumimos. Esta es una gran meta de la que podemos sentirnos orgullosos como dominicanos. 

Como les decía antes, eso es una gran fortaleza para nuestra economía, que no debe acudir a las importaciones y, por supuesto, se transforma también en ahorro para los bolsillos de las familias, porque disfrutamos de una baja inflación y escasas fluctuaciones de precios. 

Las estadísticas de producción de rubros agropecuarios de la canasta básica, indican que la República Dominicana tiene una baja o nula dependencia de importaciones de alimentos para satisfacer la demanda nacional de sus productos alimenticios. 

6 Entre los rubros cuya producción satisfacen totalmente el consumo local, es decir 100% la demanda nacional se encuentran: el arroz, la carne de pollo, huevos, guandul, batata, yautía, yuca, plátano, guineo, papa, ñame, auyama, ajíes, entre otros cultivos. Entre los rubros cuya producción nacional aporta el 90% o más al consumo local se encuentran la cebolla roja y carne de res. 

Entre los que aporta el 80% o más al consumo local se encuentra la carne de cerdo. En cifras absolutas esto significa, por ejemplo, que nuestro país produjo este año más de 13 millones de quintales de arroz, 7 millones 200 mil quintales de pollo, es decir dos millones de quintales más que hace dos años, además, produjo 2 millones 100 mil quintales de huevos, 25 millones 103 mil quintales de plátano y casi dos millones de quintales de papa, por dar solo algunos ejemplos. 

Pero si hay un ejemplo de política pública que debe ser mencionado, es lo que hemos hecho con la producción de leche en la República Dominicana. A nuestra llegada al gobierno, el país producía 573 millones de litros de leche. 

En el 2017, alcanzamos la cifra de 827 millones de litros, lo que representa un incremento absoluto de 254 millones de litros en 5 años. La cifra proyectada para el 2018, indica que superará los 850 millones de litros de leche. P

ara que tengan una idea de lo que significa para nuestro país trabajar por la soberanía alimentaria, veamos las estadísticas de por lo menos 6 rubros que son partes de nuestra canasta básica alimentaria, me refiero al arroz, huevos, leche, las carnes de cerdo, pollo y res. 

La producción de estos 6 rubros para el año 2017, destinados al consumo nacional totalizó US$1,500 millones, cifra que de no producirse en el país se hubiese tenido que importar.

 Por otra parte, los productores nacionales suplieron alimentos a los hoteles del país por el equivalente a US$857 millones, al tiempo que exportaron al mercado internacional US$1,198 millones en alimentos.

 Lo que totaliza un volumen de divisas entre economía por importaciones no realizadas y exportaciones hechas de US$3,555 millones. Imaginen ustedes por un momento, cual sería el impacto negativo en la estabilidad macroeconómica y cambiaria de nuestro país, si hubiésemos tenido que disponer de un monto de divisas de esa magnitud para llevar a la mesa de nuestros ciudadanos los productos antes mencionados. 

Es aquí, donde radica la importancia de un plan de soberanía alimentaria como el que estamos presentando hoy. Amigos y amigas, Estas son cifras que muestran claramente que estamos en el camino correcto. 

Que nuestro país está en capacidad de alimentar a sus hijos e hijas, gracias al trabajo de nuestros productores nacionales. Sin embargo, no nos hemos conformado con producir los alimentos que necesita la gente, porque sabemos que eso no lo es todo. 

Tenemos que asegurarnos también de que lleguen a las mesas de los hogares dominicanos, es decir, que tengan precios que las familias puedan pagar. Lamentablemente, hoy podemos ver muy de cerca los terribles ejemplos de otros países de América Latina, donde se han disparado los precios como consecuencia de la inflación y con ello ha encarecido la vida y la canasta alimentaria.

 Sin embargo, en la República Dominicana la estabilidad macroeconómica que en este caso, se expresa en la estabilidad cambiaria del peso ha garantizado un bajo nivel en el índice de precio al consumidor. 8 Esto es lo que ha hecho posible en los últimos años que los dominicanos podamos acceder a productos agropecuarios con una mínima variación en el costo de la canasta básica, con la tranquilidad que eso supone para los hogares. 

Estamos, en definitiva, aprovechando las capacidades que nuestra tierra tiene para alimentar a nuestra gente, para crear empleo y para aportar al desarrollo. 

Además, creando oportunidades de empleo en las propias comunidades rurales, nos aseguramos de que las familias, que se sienten arraigadas en su territorio, puedan ganarse la vida decentemente en él, contribuyendo así a un mayor equilibrio del desarrollo en todo el territorio nacional. 

Con esto, logramos que se produzca el relevo generacional en el campo. Queremos que los jóvenes de las zonas rurales no tengan que abandonarlas para ir a buscar un futuro en la capital.

 Estamos apoyándolos para que estudien, por ejemplo la carrera de ingeniería agronómica o veterinaria y que saquen aún más riqueza de la tierra que conocen bien. 

Esto es lo que hará realmente sostenible la producción agraria y la alimentación en las próximas décadas. Amigas y amigos, Somos conscientes de que la producción de alimentos y la estabilidad de precios son importantes, pero aún así no siempre son suficientes para garantizar el acceso a la población más vulnerable. 

Por eso hemos ampliado y mejorado la cobertura de los programas centrados en la nutrición. 9 El gobierno se asegura de la distribución diaria de millones de raciones de comida, para garantizar que los alimentos lleguen a aquellos que más los necesitan.

 Así, nuestro programa de alimentación escolar hoy brinda alimentos a 1 millón 600 mil niños, niñas y adolescentes en más de 7,500 escuelas en todo el territorio nacional. Porque no podemos permitir que ningún niño, ninguna niña en el país se quede atrás, nos aseguraremos que todos tengan la alimentación adecuada para ir a la escuela a estudiar y aprender. 

Y también, con los esfuerzos realizados por El Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia, que a través de sus Centros de Atención, se apoyan a más de 147 mil niños y niñas, en edades comprendidas entre los 45 días de nacidos hasta los 5 años, más el programa Progresando con Solidaridad y el subsidio Comer es Primero que provee alimentos a más de 840 mil hogares. 

Pero además, continuamos con nuestro programa de Comedores Económicos, que aseguran la comida de cientos de miles de trabajadores en situación vulnerable en todo el territorio nacional. Todo estos esfuerzos se han visto reflejados claramente en la nutrición y salud de la población, que también ha mejorado.

 La desnutrición en nuestro país pasó de 15.5% en el 2012 a 12.3% en el 2016 y sin duda sigue bajando, mes tras mes. Señoras y señores, No podemos perder de vista la importancia vital de dar sostenibilidad a nuestros proyectos. 

Y por eso, no se nos puede pasar por alto que todos estos esfuerzos pueden verse afectados si no cuidamos adecuadamente nuestro medio ambiente, que es el pilar de toda actividad social y productiva en el país. 10 Por eso, también estamos trabajando en 7 grandes proyectos para el desarrollo sostenible de las cuencas hidrográficas de las regiones más necesitadas. 

Esto implica la reforestación de más de 700 mil tareas con plantas de café, mango, aguacate, entre otros árboles frutales y maderables, beneficiando a miles de productores que se unirán a un modo de vida que cuida el ecosistema y es sostenible. 

Sin embargo, sabemos que aún queda mucho por hacer, sabemos que son los productores y sus familiares, los que cada día dedican horas incansables a sembrar, cuidar y cosechar la tierra para alimentarnos, y son ellos los que más sufren ante los eventos climáticos. 

Por eso, seguiremos trabajando de cerca con los gobiernos municipales para que amplíen las estrategias y los planes que protegen a la población y nuestras cosechas contra desastres naturales. 

Amigas y amigos, Como ven, este Plan Nacional para la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional que presentamos hoy no arranca desde cero, ni mucho menos. Se suma a nuestra Estrategia Nacional de Desarrollo, al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible que impulsa las Naciones Unidas y al programa de gobierno que hemos desarrollado en los últimos seis años.

 La seguridad alimentaria es una prioridad fundamental para el gobierno desde el mismo día que iniciamos nuestra gestión en el año 2012. Lo que estamos haciendo es entrar en una nueva etapa, de mayor coordinación, de mayor institucionalidad, para que este esfuerzo sea aún más eficiente y, lo que es más importante, permanezca en el tiempo, de manera sostenible, tanto desde el punto de vista económico, como desde el social y medioambiental. 

Con este Plan, vamos a lograr que la agricultura, el medioambiente y las políticas públicas sean las mejores herramientas para solucionar muchos de los retos del país. Vamos a continuar trabajando hasta alcanzar totalmente la soberanía alimentaria para nuestro país, que ya está muy cerca.

 No descansaremos hasta asegurar que la República Dominicana sea capaz de alimentar hasta al último de sus hijos e hijas y de darle una vida digna, feliz y plena de oportunidades! 

Muchas gracias.
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