
Así lo anunció el presidente estadounidense., Donald Trump, desde su despacho en la oficina oval, donde señaló que se cambiará el nombre del TLCAN por un "acuerdo comercial EE.UU. - México".
"Después de duras negociaciones el TLCAN ahora se llamará Acuerdo comercial entre EE.UU. y México", dijo Trump mientras se comunicaba telefónicamente con el presidente mexicano.
Según el mandatario estadounidense, este anuncio representa el final formal del TLCAN, dando paso al nuevo pacto que se podría firmar a finales de noviembre.
Durante la conferencia en el despacho presidencial, Trump se comunicó telefónicamente con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, para felicitarlo, ante la presencia de los medios.
"Es un trato increíble para ambas partes", afirmó el mandatario estadounidense, que calificó el acuerdo como "realmente bueno".
Sin embargo, un tema que cobró relevancia fue la ausencia de Canadá en dicho acuerdo. En este sentido, se espera que en los próximos días, Canadá pueda integrarse a la renegociación de este nuevo acuerdo.
"Ya veremos si tratamos un acuerdo a parte con Canadá o uno más sencillo", dijo Trump a Peña Nieto durante la llamada telefónica que sostuvieron ante los medios de comunicación.
"Si Canadá quiere negociar de manera justa, Estados Unidos hará lo mismo", sentenció Trump.
"Asumo que Canadá estará haciendo negociaciones de la relación entre EE.UU. y Canadá, estoy muy agradecido señor presidente", dijo por su parte Peña Nieto.
Trump también reconoció el trabajo conjunto de la administración de Peña Nieto y el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, durante el proceso de negociación.
"Felicidades, presidente Trump", señaló Peña Nieto en la conversación telefónica.

En los últimos meses, las negociaciones comerciales en torno al TLCAN habían estado paradas, principalmente, por desacuerdos en el sector automotriz.
Sin embargo, en la última semana, el equipo negociador mexicano se mostró optimista ante la posibilidad de destrabar el acuerdo en este punto.
La posición de EE.UU. era aumentar los aranceles de automóviles y autopartes provenientes de México con el fin de proteger a su industria, lo cual representaba un gran problema para el sector automotriz mexicano.
EE.UU. buscó que, para evitar aranceles, las empresas automotrices deberán manufacturar en América del Norte el 75% del valor del automóvil.
Un porcentaje mayor al actual, de 62,5%. También se prevé que los automóviles utilicen aluminio y otros insumos producidos en México y EE.UU.
Un punto que fue aceptado por el equipo negociador mexicano, que también puso sobre la mesa la discusión sobre el sector energético.
Sin embargo, todavía quedan algunos detalles por aclarar sobre en qué términos específicos quedó la negociación del acuerdo comercial entre México y EE.UU., los cuales podrían darse a conocer en los próximos días.
(FUENTE: RT EN ESPAÑOL)
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