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Ni siquiera en el día más importante de su carrera
deportiva, el del discurso de exaltación al Salón de la Fama, el ex pelotero
dominicano Vladimir Guerrero cambió su personalidad de hombre de pocas palabras
y una gran humildad.
Durante el discurso que ofreció este domingo en el recinto
sagrado de Cooperstown (Nueva York), reconoció entre una gran sonrisa esa
realidad y lo demostró al hablar poco.
“Antes, no hablaba mucho”, destacó Guerrero en el podio de
la ceremonia del exaltación en el Clark Sports Center del pueblo de
Cooperstown. “Decía que era el bate el que hablaba por mí. Pero ahora tengo que
hablar, porque ya no estoy jugando”.

Aunque Guerrero ha sido más accesible a los periodistas en
los últimos meses que en prácticamente toda su carrera entera como jugador
activo, con presentaciones en los medios de comunicación de su país y el
Estados Unidos, al final su discurso fue “corto”.
Ante una concurrida ceremonia al aire libre, con una fuerte
presencia dominicana, Guerrero dio gracias a Dios, su familia y su equipo de
relaciones públicas.
Dio un reconocimiento a la ciudad de Montreal, donde empezó
su carrera de Grandes Ligas con los Expos, además a Canadá, donde siempre lo
acogieron como un canadiense más.
Guerrero, convertido en el tercer dominicano que entra al
Salón de la Fama, expresó su agradecimiento con sus dos manejadores que tuvo
por más tiempo en las Mayores, su compatriota Felipe Rojas Alou (Expos) y Mike
Scioscia (Angelinos).
El expelotero dominicano, que vistió la gorra de los
Angelinos y que en las 16 temporadas que estuvo en las Mayores consiguió 449
cuadrangulares, promedio de .318 y OPS de .931, formó parte junto a Chipper
Jones, Alan Trammell, Jim Thome, Jack Morris y Trevor Hoffman de los nuevos
miembros del Salón de la Fama.

“Yo sé que no hablo mucho, pero me siento contento de haber
llegado al Salón de la Fama con este grupo, que competí con algunos y los vi
jugar”, señaló Guerrero.
“Doy gracias, porque salí de un pueblo pequeño, Don
Gregorio, Nizao, de Baní”. Padre de
ocho hijos, más uno de crianza, Guerrero no pudo dejar de mencionar el hecho de
que el domingo fue el Día de los Padres en su país.
“Estoy contento dos veces, ya que hoy es el Día de los
Padres en nuestra República Dominicana”, destacó Guerrero, quien ahora se ha
unido a Juan Marichal y Pedro Martínez como los únicos dominicanos en el Salón
de la Fama.
“Siempre hay que tener nuestra bandera en alto”. Su gran aportación a la buena imagen del
país fue reconocida por el propio gobierno dominicano que estuvo presente en el
acto con una delegación oficial para ver como la placa con el nombre de
Vladimir Guerrero ya esta colocada en Cooperstown.
El ministro de Deportes, Danilo Díaz; el Comisionado de
Béisbol, Ricky Noboa; el Presidente del Comité Olímpico, Luisín Mejía Ovideo, y
el presidente de la Liga Dominicana de Béisbol, Vitelio Mejía, encabezaron la
delegación oficial del gobierno en el acto del Salón de la Fama.
“Estamos aquí para respaldar este momento histórico que sólo
lo han logrado tres dominicanos- Don Juan Marichal, Don Pedro Martínez y La
Tormenta de Don Gregorio, nuestro Vladimir Guerrero”, declaró Díaz, que se
impresionó al observar a los seguidores de los Angelinos con camisetas de
Guerrero.
“Ver la República Dominicana presente a través de personas
que no son dominicanos y que llevan en su espalda el nombre de Vladimir, que
llevan nuestra bandera, sin lugar a dudas nos hace sentir orgullosos”, agregó.
El máximo responsable del deporte dominicano reiteró que la
figura de Guerrero transcendía mucho más allá de su condición de atleta. “No solamente fue un gran jugador, sino un
ciudadano ejemplar. Es un buen ejemplo para el resto de toda la sociedad”,
subrayó.
Por su parte, Noboa se mostró orgulloso de estar presente en
un acto tan importante para la trayectoria y legado del béisbol
dominicano.
“Para nosotros es verdaderamente un orgullo, es una gran
satisfacción como representante del testamento del béisbol del estado
dominicano, del gobierno dominicano, estar aquí”, expresó Noboa.
La entrada de Guerrero al Salón de la Fama llega en un
momento especial para evitar la “frustración” de vivir una época en la que se
pensaba que habría más dominicanos en el Salón, específicamente con los nombres
de Sammy Sosa y Manny Ramírez. Sin
embargo, sospechas de dopaje con Sosa y pruebas positivas por sustancias
prohibidas de Ramírez hasta ahora han dañado la candidatura de ambos.
En cierto sentido, la elección de Guerrero ha ayudado a
aliviar un poco ese dolor, de ahí que hoy en Cooperstown su figura de toletero
“único” brilló más que nunca.
(Fuente: EFE)

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