CIUDAD DEL VATICANO.-En un discurso a puertas cerradas con
los obispos italianos este lunes 21, el Papa Francisco habló sobre el número y
calidad de los candidatos a los seminarios, incluidas las preocupaciones del
ingreso de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas o que
practican la homosexualidad.
Al comienzo de la audiencia del 21 de mayo, el Santo Padre
expresó algunas preocupaciones sobre la Iglesia en Italia, entre ellas, la
necesidad de velar más por la calidad de los candidatos al seminario que por la
cantidad.
El Cardenal Gualtiero Bassetti, Presidente de la Conferencia
Episcopal Italiana (CEI), confirmó los comentarios de Francisco sobre la
homosexualidad en una conferencia de prensa el 24 de mayo.
El Santo Padre abordó el tema de la homosexualidad,
particularmente cuando se trata de personas con “tendencias profundamente
arraigadas” o que practican “actos homosexuales”, pero que desean ingresar al
seminario.
En estos casos, “si ustedes tienen la menor duda, es mejor
no dejarlos entrar”, dijo el PontÃfice según indica Vatican Insider, debido a
que estos actos o tendencias profundamente arraigadas podrÃan llevar a
escándalos o comprometer la vida del seminario, asà como al hombre mismo y su
futuro sacerdocio.
Los comentarios del Papa Francisco se hicieron durante la
sesión de apertura del 21 de mayo de la 71° Asamblea General de la CEI.
Las declaraciones del Papa sobre la homosexualidad y los
seminarios reflejan las enseñanzas de la Iglesia sobre este tema.
En diciembre de 2016, la Congregación para el Clero de la
Santa Sede publicó el documento “El Don de la vocación presbiteral. Ratio
Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis”, que determina, entre otros temas,
que “la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede
admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la
homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o
sostienen la asà llamada cultura gay”.
Este documento cita la instrucción de 2005 de la
Congregación para la Educación Católica “Sobre los criterios para el
discernimiento vocacional en relación a las personas de tendencias homosexuales
antes de su admisión al Seminario y a las Órdenes Sagradas”.
La instrucción señala que aquellos que practican la
homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o
apoyan la cultura gay “se encuentran, efectivamente, en una situación que
obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres”.
“De ningún modo pueden ignorarse las consecuencias negativas
que se pueden derivar de la Ordenación de personas con tendencias homosexuales
profundamente arraigadas”, dice el texto.
Distinguió a aquellos con tendencias homosexuales
profundamente arraigadas de aquellos con “la expresión de un problema
transitorio, como, por ejemplo, el de una adolescencia todavÃa no terminada”.
Los hombres con tendencias homosexuales transitorias podrÃan
ser admitidos en el seminario, escribió la Congregación, aunque “tales
tendencias deben superarse claramente al menos tres años antes de la ordenación
al diaconado”.
La instrucción de 2005 deriva, a su vez, al Catecismo de la
Iglesia Católica, un memorándum de 1985 de la Congregación para la Educación
Católica y una carta de 2002 de la Congregación para el Culto Divino.
Aunque el Papa Francisco no abordó el tema públicamente,
aludió a los problemas de la homosexualidad en la formación del seminario durante
la reunión con los obispos de Chile.
En una carta escrita a los obispos, que se filtró a los
medios de comunicación chilenos, el Papa emitió una fuerte corrección por un
encubrimiento sistemático del abuso clerical en el paÃs.
Una nota a pie de página en la carta señalaba cómo los
abusos no se limitaban a una sola persona o grupo, sino que era más bien el
resultado de un proceso fracturado durante la etapa del seminario.
El Papa escribió que se detectaron “graves problemas” en la
etapa de formación de muchos que después serÃan abusadores, con graves
acusaciones “contra algunos Obispos o Superiores que habrÃan confiado dichas
instituciones educativas (seminarios y noviciados) a sacerdotes sospechosos de
homosexualidad activa”.
En otros momentos de la audiencia del 21 de mayo, el Santo
Padre también lamentó la cultura de lo provisional, del relativismo y de la
dictadura del dinero, que impiden a los jóvenes discernir la vida consagrada.
Asimismo, propuso que las diócesis italianas que cuentan con
numerosas vocaciones presten algunos de sus sacerdotes a aquellas que no la
tienen.
El Catecismo de la Iglesia Católica y la homosexualidad
La enseñanza católica respecto de la homosexualidad está
resumida en tres artÃculos del Catecismo de la Iglesia Católica: 2357, 2358 y
2359.
En estos artÃculos la Iglesia enseña que los homosexuales
“deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a
ellos, todo signo de discriminación injusta”.
La homosexualidad como tendencia es “objetivamente
desordenada” y “constituye para la mayorÃa de ellos (los homosexuales) una
auténtica prueba”. Apoyado en la Sagrada Escritura, la Tradición ha declarado
siempre que “los actos homosexuales son intrÃnsecamente desordenados”, “no
proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual” y por tanto “no
pueden recibir aprobación en ningún caso”.
“Las personas homosexuales están llamadas a la castidad” y
“mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia
sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección
cristiana”.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado
originalmente en CNA.
(Fuente: ACIPRENSA)
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