
Los novios intercambiaron los votos matrimoniales y los
anillos ante una congregación de 600 personas, entre ellas miembros de la
familia real británica y personalidades del mundo del espectáculo.

El anillo de Markle ha sido diseñado con oro de Gales por la
joyerÃa Cleve & Company y Enrique, por su parte, lleva una alianza de
platino.
El arzobispo de Canterbury casó a los ahora duques de Sussex
después de que el primado de la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos,
Michael Curry, pronunciara una apasionado discurso sobre el poder del amor para
“ayudar y curar”.
“Hay poder en el amor. El amor puede ayudar y curar cuando
nada más puede hacerlo”, dijo el reverendÃsimo afroamericano, antes de hacer
reÃr a la congregación al afirmar que “dos jóvenes se enamoran y todos nos
presentamos” en la capilla.
Markle llegó al templo en un antiguo Rolls-Royce Phantom IV,
que la llevó desde el hotel Clividen, ubicado cerca de la ciudad de Windsor y
donde pasó la noche con su madre, Doria Loyce Ragland.
La prometida de Enrique entró sola en la capilla acompañada
por diez niños que hacen de damas de honor y pajes, entre ellos el prÃncipe
Jorge y la princesa Carlota, hijos de los duques de Cambridge, hasta que el
prÃncipe Carlos, heredero al trono, la tomó del brazo para conducirla hasta el
altar.

El prÃncipe Enrique, sexto en la lÃnea de sucesión a la
corona, llegó a la capilla vestido con el uniforme del regimiento de caballerÃa
Blues & Royals del Ejército británico.
Los prÃncipes Enrique y Guillermo fueron unos de los últimos
miembros de la familia real en entrar en el templo religioso, antes de que lo
hiciera la reina Isabel II, de 92 años, junto a su marido, el duque de
Edimburgo, de 96 años.
(Fuente: EFE/ Fotos y video: El Pais)
No hay comentarios
Publicar un comentario