El juez de Atención Permanente del Distrito Nacional, José
Alejandro Vargas, dictó un año de prisión como medida de coerción contra Víctor
Alexander Portorreal Mendoza, a quien calificó como un psicópata peor que
Herodes, que Adolfo Hitler y que Charles Manson, por haber matado a su pareja y
a sus tres hijos y continuar su vida sin muestras de arrepentimiento.

El juez, mostrándoles fotos de sus víctimas, le enrostró a
Portorreal Mendoza que no tiene alma ni tiene corazón una persona que cometa un
crimen contra seres a los que le unen lazos afectivos como el que le unía con su
pareja Reyna Isabel Encarnación Morales, de 32 años y a sus hijas, Daniela, de
10, y Ángela, de 6 años y a Rahamín Bodden Encarnación, de 9 años, cuyos
cuerpos fueron hallados en estado de descomposición en su vivienda en el sector
Enriquillo del kilómetro ocho de la carretera Sánchez la semana pasada.
El magistrado Vargas hizo un recuento histórico sobre tres
psicópatas: el rey Herodes que mandó matar a todos los niños, lo que atribuyó a
motivos políticos porque sentía su reino amenazado con Jesús; a Adolfo Hitler
le atribuye las muertes de millones de judíos que dispuso por sus delirios de
grandeza y de Charles Manson, fallecido en noviembre en la cárcel donde
guardaba prisión por el asesinato de varias personas en 1969 le atribuye su
maldad a su pasado por provenir de una madre adicta.
“Pero dígame usted. Qué puede sentir un ser humano cuando a
una persona con la que se interactúa, usted agarra un cuchillo y le da una, le
da dos, seis, siete puñaladas. Qué usted siente, tiene usted alma, tiene usted
corazón?, insistía el magistrado pidiendo al inculpado que lo mirase a los
ojos.
Y le enrostró además que después de cometer los crímenes, el
inculpado se fue a la playa a disfrutar como que nada había pasado.
El juez Vargas entiende que 30 años son insuficientes para
sancionar a un crimen como el cometido por el acusado, de quien dijo será Dios
o el mismo inculpado quien se encargará de no volver a las calles porque ese
tiempo pasa rápido.
El magistrado decidió acoger el pedimento de caso complejo
que hizo el Ministerio Público, representado por la licenciada Jenny Berenice
Reynoso, y además del año de medida de coerción remitió a Portorreal Mendoza a
cumplir la pena en la cárcel de San Pedro de Macorís. Previamente el juez había
decidido rechazar la petición de evaluación psiquiátrica contra el acusado.
Cuando era sacado del tribunal algunos familiares y amigos
de las víctimas intentaron golpear a Portorreal Mendoza, de 32 años de edad, pero
los agentes policiales lo protegieron y evitaron el incidente.
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