VATICANO, Roma.-El Papa Francisco denunció que, además de
las redes criminales, el origen de la trata de personas se encuentra en el
egoísmo de una sociedad hipócrita en la que muchos hombres “están dispuestos a
pagar por su placer”.
El Pontífice recibió en la Sala Clementina del Palacio
Apostólico del Vaticano, este lunes 12 de febrero, a los participantes en la
Jornada Mundial de Reflexión contra la Trata de Personas, y respondió a algunas
preguntas que le plantearon los jóvenes.
En sus respuestas, el Papa señaló que “seguramente, en el
tema de la trata de personas, hay mucha ignorancia. Pero en ocasiones parece
que también hay poca voluntad de comprender el alcance del problema”.
Señaló que eso es debido a que “toca de cerca nuestras
conciencias, porque es escabroso y porque provoca vergüenza”. Luego están los
que “conociéndolo, no quieren hablar porque se encuentran en la cúspide del
‘hilo de consumo’ como consumidores de ‘servicios’ que se ofrecen en la calle o
en internet”.
Por último, están los que no quieren que se habla de este
tema “porque se encuentran implicados directamente en las organizaciones
criminales que obtienen grandes beneficios de la trata”.
Frente a esta situación, Francisco afirmó que “el trabajo de
sensibilización debe comenzar en casa, por parte de nosotros mismos, porque
sólo así seremos capaces de concienciar a nuestras comunidades”.
En la respuesta a otra pregunta, el Papa recordó que “los
jóvenes ocupan una posición privilegiada para encontrarse con supervivientes de
la trata de seres humanos”. “Acudid a vuestras parroquias, a una asociación
cercana a casa, encontraos con las personas, escuchadlas”, sugirió.
En este sentido, les animó a no tener miedo: “El encuentro
con el otro produce, naturalmente, un cambio, pero no hay que tener miedo a ese
cambio. Siempre será para mejor”.
Además, afirmó que “la Iglesia debe promover y crear
espacios de encuentro. Por este motivo, he pedido que se abran las parroquias a
la acogida”.
“También las redes sociales representan, principalmente para
los jóvenes, una oportunidad de encuentro que puede presentarse sin límites:
internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad
entre todos, y eso es algo bueno, es un don de Dios”.
Un joven migrante preguntó al Papa cómo se puede ayudar a
los jóvenes que deciden emigrar para que no caigan en manos de los traficantes
de personas, engañados con falsas promesas.
El Pontífice lamentó que, en ocasiones, “muchos jóvenes,
víctimas de las redes criminales, han sido primero abandonados por sus
familias, considerados como descartados por la sociedad. Por lo tanto, muchos
fueron empujados a las redes de la trata por sus mismos parientes, por aquellos
a los que consideraban amigos”.
También aquí “la educación se revela importante”, aseguró
Francisco. “Es un instrumento de protección contra la trata que ayuda a
identificar los peligros. Un sano ambiente educativo, como un sano ambiente
parroquial, permite a los jóvenes denunciar a los traficantes sin vergüenza y a
convertirse en portadores de mensajes justos a otros jóvenes, con el fin de que
no terminen cayendo en las redes”.
Como solución al problema de la trata, el Papa Francisco
propuso “crear las condiciones necesarias para un desarrollo humano integral,
comenzando con instrucciones de calidad desde la primera infancia, creando
sucesivamente oportunidades de crecimiento mediante el empleo. Estas
dos
modalidades de crecimiento, en las diferentes fases de la vida, representan los
antídotos ante la vulnerabilidad y la trata”.
“Una estrategia que comprenda un mayor conocimiento del tema
de la trata a partir de una terminología clara y de unos testimonios concretos
de los protagonistas, también pueden ser ciertamente de ayuda”, aseguró el
Papa.
Además, recordó que las redes criminales encuentran su
terreno abonado en las sociedades, donde se ha impuesto la cultura del
descarte. “Dejadme decir que, si hay tantas jóvenes víctimas de la trata que
terminan en las calles de nuestras ciudades es porque muchos hombres, jóvenes,
de mediana edad, ancianos, reclaman esos servicios y están dispuestos a pagar
por su placer”, advirtió.
“Ahora me pregunto: ¿son realmente los traficantes la causa
principal de la trata? Yo creo que la causa principal de la trata es el egoísmo
sin escrúpulos de tantas personas hipócritas de nuestro mundo”.
(Fuente: ACIPRENSA)
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