
Según la Constitución de la República son tres los Poderes del Estado. Es decir el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
Chequee cual de ellos opera de manera institucional y pensando en el futuro de la RepĆŗblica Dominicana y cual de ellos funciona de manera que pueda dejar un legado de realizaciones para las futuras generaciones.
Se ve un Ejecutivo como un supra poder que decide incluso el presupuesto de los demƔs Poderes.
AĆŗn asĆ es cuestionado por dirigir un paĆs que ocupa el nada apetecible segundo lugar entre las naciones con mayores niveles de corrupción y en los Ćndices de desarrollo que monitorean organismos internacionales siempre sale muy mal parado.
Su gestión es cuestionada por mĆ©dicos en huelga y por profesores y agrónomos disgustados. Si miramos hacia el Poder Legislativo vemos como no termina de darse cuenta que supedita la autonomĆa de su poder al permitir que organismos de partidos polĆticos o la sociedad civil narigoneen las funciones que el pueblo les otorgó en las urnas y que le consagra la Carta Magna.
Y no me refiero sólo a su pobre liderazgo en lo que tiene que ver con la Ley de Partidos, sino en muchos otros proyectos o decisiones que han debido adoptar de manera independiente.
Pero al hojear los periódicos o ver los noticieros de TV también se hallarÔn con el vergonzoso papel de la justicia dominicana en diferentes temas como el escÔndalo Odebrecht o con el que la ha puesto de rodillas como es la huida del condenado por homicidio Pedro Castillo Paniagua, mejor conocido como Quirinito.
Pese a esas situaciones que cuestionan todo el Ć”mbito institucional del paĆs hay quienes creen que estamos a tiempo para salir hacia adelante. HabrĆ” que subir al Ćŗltimo piso del edificio del Banco Central para analizar los parĆ”metros que permiten ofrecer cifras de crecimiento por encima de los paĆses de la región.
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