Lo han dicho Lady Gaga (primera frase), Charlie Puth (segunda), Selena Gomez(tercera), Pablo Alborán (cuarta) y Justin Bieber (quinta), cinco artistas que han tenido que realizar algún tipo de parón a lo largo de su carrera para recargar pilas, alguno no hace tanto.
El aislamiento, el estrés, la ansiedad o una idolatría por parte de los fans que puede llegar a ser tan adictiva (al principio) como abrumadora (después) no son los únicos síntomas que pueden acusar los artistas cuando se les viene la fama encima.
Egos descontrolados
La lista es amplia. Por ejemplo, "egos descontrolados" que se inflaman como una pelota cuando el individuo “deja de pensar en su entorno porque todos lo sitúan como centro del universo”, explica el psicólogo experto en Clínica y terapia para adolescentes Jaume Guinot.
Es decir, el éxito 'se sube a la cabeza' y hace que te creas “que eres guay”, como ha reconocido, a toro pasado, Ricardo Moreno de Los Ronaldos en una entrevista reciente.
Hace ya unos años, Christina Rosenvinge admitía que en sus tiempos de Alex y Christina estuvo “un poco gilipollas”: “Luego tuve que ir pidiendo perdón por todas partes”, explicó antes de insistir en que es algo que pasa a todo el mundo ("a ti también te pasaría", advirtió).
La pérdida de privacidad, el encierro o la limitación de movimientos porque visitar la plaza Mayor de la ciudad se convierte en misión imposible, son otras de las consecuencias.
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