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Recuperar el imperio de la Ley
  Las sociedades que pierden la fe en su sistema legal
no tienen otro camino que volver a la barbarie. Más que la creación de nuevas leyes en el país se requiere abogar por el respeto a la legislación existente.

Es necesario fortalecer las instituciones para que el ciudadano no le pierda el respeto tanto a estas como a los principios que la sustentan.
Esa insatisfacción ciudadana es la que conlleva a que cada día usted lea o vea a través de los medios de comunicación como algunas personas se hacen justicia por sus propias manos hastiados por malhechores que se exhiben a sus anchas en barrios y campos del país.
Hay que detener la creciente ola de linchamientos de supuestos delincuentes porque de esa manera vamos hacia una sociedad en la que impera la ley del “Viejo Oeste”. Es decir el deseo de hacerse justicia por sus propias manos. El caso más reciente fue el de un haitiano sorprendido por vecinos cuando acuchillaba a su hija de cuatro meses.
El hombre fue molido a golpes que finalmente le causaron la muerte. El hecho ocurrió en una comunidad de La Victoria. Pero también se dio el caso de un joven en Puerto Plata y de dos jovencitos en la capital salvados por una patrulla de la Policía tras ser golpeados por una multitud enardecida que los acusaba de robo.
No se puede dar facultad a las personas para hacerse justicia por sí mismos. Lo procedente es que si usted sorprende a una persona en franca violación a la Ley que llame a la Policía, que estos a su vez detengan al infractor y que el ministerio público los someta a la justicia y que sea ésta la que adopte las sanciones de lugar.  
Eso de los linchamientos se puede prestar para otras cosas y, como dice el pueblo, después del palo da’o, ni Dios lo quita.





No desperdicie la comida
 


Si usted es de esos que viven en la opulencia y a diario desperdician grandes cantidades de comida debería poner atención a la situación porque atraviesa
n millones de personas en el mundo que no tienen ni lo más mínimo para subsistir.
Vea, por ejemplo, los siguientes datos:
-Cerca de 842 millones de personas —el 12% de la población mundial— sufrieron hambre crónica entre 2011 y 2013 al carecer de alimentos suficientes para llevar una vida activa y saludable, según un informe publicado por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
-La gran mayoría de personas que pasan hambre viven en países en desarrollo, pero unos 15,7 millones lo hacen en los desarrollados, según ese informe.
-A pesar de los progresos realizados en todo el mundo, persisten diferencias en la reducción del hambre. El África subsahariana ha obtenido solo progresos modestos en los últimos años y sigue siendo "la región con la prevalencia más alta de subalimentación" y se calcula que uno de cada cuatro africanos (el 24,8%) sufre hambre, se señala.
-Desde 1990 a 1992, el número total de personas subalimentadas en los países en desarrollo se ha reducido en un 17%, de 995,5 a 826,6 millones, según el informe.
-Un objetivo más ambicioso establecido en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de 1996, el de reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre para el año 2015, no podrá cumplirse a nivel global, a pesar de que 22 países lo lograron ya a finales de 2012.
-En los países pobres, la reducción del hambre y de la pobreza solo se logrará con un crecimiento que no solo sea sostenido, sino que también sea ampliamente compartido", según el informe sobre el hambre de la ONU.
-El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lanzó un llamado por Sudán del Sur, donde un millón de personas están, según él, amenazadas de sufrir una hambruna a causa de los combates y la temporada de lluvias.
 - "Millones (de sudaneses del sur) pasan hambre hoy y constatamos muy altos niveles de malnutrición entre centenares de miles de personas desplazadas por el conflicto, en particular entre las mujeres y los niños", agregó la comisaria europea encargada de la Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva.
Si a sabiendas de que millones de personas (como las de la fotografía) están muriendo a causa del hambre usted continúa con el desperdicio de comida, entonces con usted no hay nada que hacer. Siga de insensible.
De lo contrario, mire a su alrededor que siempre habrá alguien a quien ayudar. Aunque la situación de éste no sea tan dramática como la de los sudaneses siempre habrá alguien que requiere de su ayuda. Anímese.


A cuidar nuestros niños

Al retomar mis escritos en esta página, aprovecho para hacer mía la sugerencia de la Sociedad Dominicana de Pediatría para cuidar nuestros hijos durante el asueto de Semana Santa.
Es necesario, no sólo durante el asueto de la Semana Mayor, acoger las recomendaciones de no consumir ni permitir en los pequeños la ingesta de bebidas alcohólicas, no hablar por celular mientras conduce vehículos, no exponerlos demasiado a los rayos solares, tener a disposición botiquines de emergencia, así como no descuidarlos al momento que se dan un baño ya sea en piscinas, ríos o playas.
Esas sugerencias de la Sociedad de Pediatría son oportunas no sólo durante el período de Semana Santa sino en cualquier momento en que salgamos de paseo con nuestros hijos para evitar desgracias y lamentaciones.

Tanto en el vehículo como en los lugares de destino siempre hay que tener la vista puesta en los hijos a fin de evitar cualquier situación de peligro.
Es necesario cuidarlos de posibles quemaduras al usar protectores solares y además frotarlos con repelentes para alejar los mosquitos, principalmente el “Aedes aegypti” que produce varias enfermedades como el dengue y la fiebre de la Chikungunya.
Cualquier previsión es insuficiente  cuando se trata de preservar la vida y salud de nuestros allegados. Así es que vamos a hacerlo.