Recuperar el imperio de la Ley
Las sociedades que pierden la fe en su sistema legal no tienen otro camino que volver a la barbarie. Más que la creación de nuevas leyes en el país se requiere abogar por el respeto a la legislación existente.
Es necesario fortalecer las instituciones para que el
ciudadano no le pierda el respeto tanto a estas como a los principios que la
sustentan.

Hay que detener la creciente ola de linchamientos de
supuestos delincuentes porque de esa manera vamos hacia una sociedad en la que
impera la ley del “Viejo Oeste”. Es decir el deseo de hacerse justicia por sus
propias manos. El caso más reciente fue el de un haitiano sorprendido por
vecinos cuando acuchillaba a su hija de cuatro meses.
El hombre fue molido a golpes que finalmente le causaron la
muerte. El hecho ocurrió en una comunidad de La Victoria. Pero también se dio
el caso de un joven en Puerto Plata y de dos jovencitos en la capital salvados
por una patrulla de la Policía tras ser golpeados por una multitud enardecida que
los acusaba de robo.
No se puede dar facultad a las personas para hacerse
justicia por sí mismos. Lo procedente es que si usted sorprende a una persona
en franca violación a la Ley que llame a la Policía, que estos a su vez
detengan al infractor y que el ministerio público los someta a la justicia y
que sea ésta la que adopte las sanciones de lugar.
Eso de los linchamientos se puede prestar para otras cosas
y, como dice el pueblo, después del palo da’o, ni Dios lo quita.