La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) comparte la alegría junto a todo el pueblo de Dios por su elección como el nuevo sucesor de Pedro.
En comunión con la Iglesia universal, damos gracias al Señor por esta elección, que nos llena de júbilo. Acogemos sus palabras iniciales con esperanza en nuestros corazones, que nos invita a caminar de la mano con Dios y entre nosotros, siendo discípulos de Cristo, como Iglesia unida en búsqueda siempre de la paz y la justicia.
Le expresamos, junto al pueblo dominicano, nuestro cariño y agradecimiento por el regalo que el Señor nos ha hecho en su persona, proveniente de nuestro continente americano, que ha visitado anteriormente nuestro país y, que siempre estaremos a la disposición de recibirlo nuevamente.
Continuamos unidos en oración por usted, pidiendo al Espíritu Santo que lo sostenga con sus dones y guíe su ministerio como obispo de Roma y pastor de la Iglesia, para que continuemos caminando en sinodalidad bajo la intercesión de la Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora de La Altagracia.
No hay comentarios
Publicar un comentario